Este artículo se publicó hace 12 años.
Duch asegura que el Jemer Rojo le ordenó torturar y ejecutar
El jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, más conocido por su nombre revolucionario, Duch, declaró hoy en el tribunal internacional que juzga el genocidio camboyano que el grupo dirigido por Pol Pot le ordenó torturar y ejecutar.
"Esa era la política del partido, considerar que los que entraban en la zona liberada eran espías, y me ordenaron que torturara a esas personas", manifestó Duch, en referencia a los años de lucha en la jungla previos a la llegada al poder.
El Jemer Rojo, como conoce la comunidad internacional al Partido Comunista de Kampuchea, gobernó Camboya desde 1975 hasta 1979 y en ese periodo murieron 1,7 millones de personas.
Este juicio juzga al número dos e ideólogo de la organización, Nuon Chea, al jefe de Estado durante el régimen, Khieu Samphan, y al ministro de Asuntos Exteriores, Ieng Sary, porque Pol Pot falleció en 1998.
Duch, que ya fue juzgado en 2010 y participa en esta ocasión como testigo de la acusación contra sus antiguos jefes, aseguró que la política del Jemer Rojo incluía "explícitamente" las torturas y las ejecuciones.
Explicó el antiguo jemer rojo, que hoy vestía la ropa azul de los reos camboyanos, que el comité central del partido redactó varios documentos que detallaban la política de represión a seguir en los centros de detención.
Duch dirigió el centro M13 antes de la caída de Phnom Penh y luego, cuando Pol Pot llegó al poder, el penal de Tuol Sleng o S-21 en la capital, por donde pasaron entre 14.000 y 16.000 personas acusadas de traición.
El testigo, que cumple cadena perpetua por su crímenes, detalló que en el M13 golpeaban a los prisioneros y usaban técnicas de tortura como las descargas eléctricas, el submarino o las bolsas de plástico para asfixiar a los detenidos.
Duch indicó que emplearon las mismas prácticas en S21, donde contó con parte de su personal en M13.
Durante la sesión matinal, Nuon Chea defendió como "justa" la evacuación de las ciudades que ordenaron para llevar a cabo su utopía socialista rural.
"Creo que debería tener la ocasión de explicar (...) que las evacuaciones de población de Phnom Penh fueron justas y necesarias, de acuerdo al derecho internacional", afirmó el alto mando del régimen.
Nuon Chea se ha negado, sin embargo, a responder a las preguntas de los jueces hasta que el tribunal acepte a los testigos que propone su equipo legal, que incluyen oficiales militares estadounidenses y personajes clave de la política camboyana.
El juicio del genocidio camboyano comenzó con Duch en el banquillo de los acusados y actualmente se juzga a Nuon Chea, Khieu Samphan e Ieng Sary por las deportaciones masivas de las ciudades al campo, especialmente la evacuación de dos millones de habitantes de Phnom Penh, que causó entre 2.000 y 3.000 muertos.
Ieng Thirit, de 79 años y esposa de Sary, está también imputada en este proceso pero ha sido inhabilitada para seguir las sesiones por su salud.
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