Por Emma Pinedo

Julia Roberts y Clive Owen vuelven a coincidir en la gran pantalla después de "Closer" en una cinta con un tono muy distinto: una comedia sobre espías que han dejado las agencias gubernamentales - CIA e MI6 - y se han pasado al espionaje industrial.

El director y guionista, Tony Gilroy, que debutó en la realización con "Michael Clayton", cambia de registro para contar los entresijos de dos grandes corporaciones cuyos directivos se odian profundamente (Tom Wilkinson y Paul Giamatti) y harían cualquier cosa para adelantarse al último lanzamiento del otro: un producto milagroso que podría cambiar la industria.

forjadas después de una vida dedicada a escribir guiones de acción - le empezaron a comentar que se pasaban a la empresa privada.

"Pensé que era algo fascinante que aún no se había tocado (...) Es verdad que Michael Clayton lo toca un poco pero no mucho, en esta sí que lo plasma en la pantalla", dijo Gilroy el miércoles en una entrevista con varios medios en Madrid, donde estaba presentado la película, que se estrena en España el 18 de marzo.

"Todo en la película ha sucedido o está sucediendo. (...) La idea es que si fabricas un producto y te gastas 60 millones de dólares en el desarrollo secreto yo, tu competidor, puedo gastar dos o tres millones en comprar (información de) inteligencia y puedo averiguar tu idea. Eso hace que esta industria (del espionaje industrial) sea inevitable", agregó.

MENTIROSOS

Clive Owen, que también estuvo promocionando la película en Madrid, y Julia Roberts interpretan a dos espías que encuentran en el otro un gran rival y sienten una atracción que no pueden evitar. Ambos entran en el juego de esas empresas, en una cinta con continuos giros en el guión.

"La belleza de esta relación es que son mentirosos brillantes, y finalmente encuentran a su pareja ideal. Están locos el uno por el otro, pero no se fían del otro", declaró Owen, que destacó los diálogos del guión como uno de los aspectos que más le atrajo.

"Porque están locos por el otro son vulnerables, y eso no les gusta, ni están cómodos. Por eso en cada escena atraviesan una serie de emociones; están enamorados, desconfían, se enfadan, luego ríen, después vuelven al principio", indicó.

"Incluso durante la misma secuencia hay cambios de poder, quién tiene el mando de la situación, para los actores es una joya tener una situación así".

El protagonista de "Hijos de los hombres" destacó lo buena profesional que es Julia Roberts y que fue la primera persona en quien pensó tras leer el guión, antes de que nadie más se hubiera involucrado en el proyecto.

Gilroy le dijo que también era su primera opción, pero esta coincidencia les obligó a postergar el proyecto, porque la intérprete de "Pretty Woman" y "Erin Brokovich" se había alejado un tiempo del cine para ser madre.

El director, que con "Michael Clayton" intentó huir de una típica primera película, se inclinó por una comedia para esta segunda aventura como director, una profesión de la que destaca tener el control, después de los "frustrante" que puede ser la vida de un guionista.

En el futuro le gustaría continuar dirigiendo películas basadas en sus guiones pero no descarta utilizar un texto de otra persona si el contenido es bueno.