El hasta ayer consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, negó hoy que el Consejo de Administración de la entidad le haya retirado su confianza e insistió en que su renuncia fue voluntaria y que está orgulloso del trabajo realizado en los ocho años que ha estado en su puesto.

Echegoyen se expresó de esta forma durante la última rueda de prensa que ofrece para presentar las cuentas del banco, y explicó que su marcha, comunicada ayer a la CNMV, es voluntaria y se debe a que considera que después de 23 años en el banco "ya ha hecho su parte" y desea cerrar esta etapa y dedicarse "a otras cosas".

"Si tuviera la sensación de que -el Consejo- me ha retirado la confianza no estaría hoy aquí", porque sería "un bicho raro", dijo Echegoyen.

El hasta ayer "número dos" de Bankinter se mostró orgulloso de que, junto con su equipo, ha llevado el banco al nivel en el que está en la banca española, aunque reconoció, sin embargo, que es posible que haga falta otro equipo para llevarlo al siguiente nivel.

Tras explicar que no tiene ningún blindaje ni va a cobrar una prima especial por su renuncia, Echegoyen aseguró que de momento no tiene planes de futuro, aunque está "abierto a cualquier sugerencia", y explicó, con su sorna habitual, que se va a su casa a pensar con tranquilidad en lo que va a hacer.

"No soy el tipo de persona que va a salir corriendo y que mañana te lo vas a encontrar en la competencia", dijo.

Sobre la posibilidad de que "el nuevo equipo gestor" de la entidad decida ahora dar un golpe de timón en términos estratégicos, Echegoyen dijo que "las 4.500 personas del banco somos el equipo gestor" e insistió en que no se arrepiente de nada, ya que "los resultados están ahí".

Y, además, el hecho de que "seamos capaces de seguir ganando cuota en estas circunstancias significa que hemos hecho bien las cosas".

Preguntado por si la familia Botín ha tenido algo que ver en la renuncia, Echegoyen contestó que "absolutamente nada" e insistió en que siempre ha tenido una relación magnífica con el Consejo del banco en sus 23 años de trabajo y aseguró con rotundidad que "jamás he tenido un enfrentamiento con nadie en este banco".

Sobre la posibilidad de que le "fiche" algún otro banco o caja, Echegoyen insistió en que su plan es "irme a mi casa y tomarme algún tiempo de tranquilidad después de 32 años de pelea" e insistió en que su trabajo es la banca aunque "como gestor que soy, igual puedo gestionar otras cosas".

Sobre los planes de futuro del banco, no quiso dar muchas pistas, puesto que sería "muy atrevido" por su parte ahora que se va, aunque recordó que el banco tiene unas características muy determinadas que "son las que son" y que él ha intentado transmitir en sus encuentros con la prensa durante los 33 trimestres que ha estado en el cargo.

Tampoco quiso explicar si en la nueva etapa del banco habrá o no movimientos corporativos y recordó que, a partir de ahora, desarrollará su labor en la Fundación para la Innovación del banco.

Echegoyen aprovechó su última comparecencia como consejero delegado de la entidad para despedirse de los medios de comunicación después de ocho años, duración poco frecuente en el sector, que le permite "cerrar mi mandato con solidez y con un orgullo enorme", explicó antes de terminar su intervención, a la que siguió una cerrada ovación.

La entidad comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la renuncia de Echegoyen, que será sustituido por la hasta ahora consejera delegada de Línea Directa Aseguradora (LDA), María Dolores Dancausa, algo que Echegoyen atribuyó a "la normal rotación dentro de la estrategia del banco".