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Eduardo Vasco constata el "buen momento" del teatro clásico en España

EFE

El director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Eduardo Vasco, ha acreditado hoy en Valladolid el "buen momento" que a su juicio atraviesa ese género en España, "el que tiene que tener un país con el patrimonio y repertorio del nuestro", ha dicho en referencia a la dramaturgia del Siglo de Oro.

Desde hace una década, "el público ha demandado cada vez con más frecuencia la presencia de teatro clásico, lo cual ha hecho posible que las obras se valoren más en nuestros escenarios, crezca el número de compañías privadas, aumenten los espectadores y se multiplique la organización de festivales", ha añadido el director, quien este año cumplirá un lustro al frente de la Compañía Nacional.

La situación actual de la entidad que dirige desde 2004, año éste en que sustituyó a José Luis Alonso de Santos, también es reflejo de esa demanda de los textos clásicos, ya que durante este tiempo "hemos logrado levantar casi todos los proyectos que queríamos, especialmente el de convertirnos en una compañía de repertorio que yo creo que sí hemos logrado".

Ha justificado estas afirmaciones en la presencia simultánea, en el día de hoy, de hasta cuatro montajes en otras tantas capitales españolas: Valladolid ("La Estrella de Sevilla"), Madrid ("La Noche de San Juan"), Logroño ("La Comedia Nueva o el Café") y Valencia ("Don Gil de las Calzas Verdes").

"Gozamos de una gran presencia nacional, tenemos una marca reconocible, solvencia y una nave estabilizada como lo demuestra que los teatros se llenan allá donde vamos", ha añadido.

Vasco (Madrid, 1968), estrenará mañana en Valladolid "La Estrella de Sevilla", un "drama político" mayoritariamente atribuido a Lope de Vega, publicado en 1623, ambientado en la ciudad hispalense del siglo XIII e inscrito "en la tradición española de una dramaturgia de reyes tiranos a los que el pueblo logra parar los pies", y que "es equiparable a cualquier gobernante" de cualquier época.

"Es un drama político muy accesible y comprensible, una de las mejores historias de nuestro clásico al que hemos dado una vuelta de contemporaneidad", ha precisado el director de la obra respecto al montaje que en 1998 firmó Miguel Narros para la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Los actores no llevarán traje de época, sino "trajes neutros" y se desenvolverán en un espacio minimalista, muy cerrado, perfectamente delimitado por cuatro paredes representativas de la arquitectura constructiva de Sevilla, donde se desarrollan los tres actos.

La obra se estrena mañana en Valladolid, donde permanecerá hasta el 8 de febrero, antes de viajar a Almería, Madrid, Alcalá de Henares, Cáceres, Niebla (Huelva) y Almagro (Ciudad Real).

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