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EE.UU. crece a buen ritmo en el tercer trimestre pero persiste el temor a la recesión en 2008

EFE

Estados Unidos creció a un sólido ritmo del 4,9 por ciento en el tercer trimestre, un dato positivo que se mantuvo sin variaciones frente a la previsión inicial de hace un mes, pero que no aleja los temores a una recesión.

David Wyss, economista jefe de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's, considera que hay un 40 por ciento de probabilidades de recesión, una estimación que otros analistas de Wall Street cifran en el 50 por ciento o más.

El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, aseguró, en declaraciones recientes, que las probabilidades de una recesión, que equivale a dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, están "aumentando claramente" y señaló que el país se aproxima al "estancamiento económico".

Aunque la posibilidad de recesión es hipotética, en lo que sí hay consenso entre los analistas es en que Estados Unidos sufrirá una brusca desaceleración.

La mayoría de expertos vaticina que el Producto Interior Bruto (PIB) avanzará en torno al 1 por ciento en el actual trimestre y crecerá incluso menos durante los tres primeros meses del 2008.

Para impedir que ese reducido crecimiento se transforme en negativo, expertos como Joel Naroff, presidente de la consultora Naroff Economic Advisors, consideran fundamental que el mercado laboral se mantenga firme.

"Para que la economía pueda evitar una recesión, lo más importante es (la situación) del mercado laboral", dijo a Efe Naroff, quien calificó de "preocupante" el incremento en el número de personas que solicitan ayuda por desempleo.

Las solicitudes aumentaron en 12.000 la pasada semana, hasta las 346.000, y el promedio de datos de las últimas cuatro semanas, que los analistas consideran un barómetro más exacto de la situación en el mercado laboral, trepó al nivel más alto en más de dos años.

"Vemos una clara tendencia al alza en el incremento de peticiones de subsidio por desempleo desde el otoño, lo que, evidentemente, es una mala tendencia", comentó a Efe Wyss.

La tasa de desempleo está ahora en el 4,7 por ciento, un dato que -según los pronósticos- repuntará hasta el 5 por ciento para principios del próximo año.

La principal preocupación de los analistas es que ese deterioro progresivo lleve a los estadounidenses a recortar el gasto, lo que podría pasar una dura factura a una economía cuyo principal combustible es el consumo.

Además del mercado laboral, los expertos observan con detenimiento la evolución del sector inmobiliario, que vive la peor crisis de las dos últimas décadas.

A eso se suma una morosidad récord entre los titulares de hipotecas de alto riesgo, lo que provocado pérdidas multimillonarias a los bancos y originado un endurecimiento del acceso al crédito.

Esa crisis de liquidez empeora, a su vez, la situación de la industria inmobiliaria, al hacer que a los consumidores les resulte más difícil conseguir créditos para comprarse una casa.

En un reflejo de la gravedad de la situación, los datos publicados hoy muestran que los constructores recortaron los gastos en proyectos inmobiliarios en el tercer trimestre a una tasa anualizada del 20,5 por ciento, la mayor contracción en 16 años.

Los problemas del sector hipotecario mermaron algo más de un punto porcentual el PIB del tercer trimestre.

Frente a ese lastre, los encargados de salir al rescate de la economía fueron el sector exportador y los inventarios empresariales, responsables de que el ritmo del PIB se acelerará desde el 3,8 del segundo trimestre hasta el 4,9 del tercero.

En los mercados el dato del PIB pasó sin pena ni gloria.

Así, el Dow Jones de Industriales reaccionaba ligeramente a la baja durante las primeras horas de negociación, mientras que los bonos fluctuaban en una estrecha banda de negociación.

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