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EE.UU. niega que sus funcionarios hablaran a Chen sobre amenazas a su familia

EFE

El Gobierno de Estados Unidos negó hoy que sus funcionarios hablaran al disidente chino Cheng Guangcheng de que había amenazas contra su familia antes de que él abandonara la Embajada estadounidense en Pekín, donde permaneció seis días.

Activistas pro derechos humanos en China habían denunciado que Chen sólo aceptó abandonar hoy la legación diplomática tras conocer que las autoridades chinas habían amenazado a su familia.

"En ningún momento ningún funcionario estadounidense habló con Chen sobre amenazas, físicas o legales, contra su mujer e hijos. Tampoco los funcionarios chinos nos plantearon esas amenazas", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Lo que sí dejaron claro los interlocutores estadounidenses, según puntualizó la portavoz, es que los funcionarios chinos habían indicado que si Chen se quedaba en la embajada, "su familia sería devuelta a Shandong (donde residen) y se perdería la oportunidad de negociar la reunificación" familiar.

La activista china Zeng Jinyan manifestó a través de Twitter que el abogado ciego decidió abandonar el recinto diplomático tras ser amenazado por las autoridades del país asiático con enviar de vuelta a casa a su mujer y sus dos hijos.

El activista Bob Fu, que dirige la organización estadounidense China Aid y afirma que ayudó a escapar a Chen de su arresto domiciliario la semana pasada, aseguró en un comunicado que el abogado autodidacta tomó "a regañadientes" la decisión de abandonar la legación estadounidense.

Fu asegura que las autoridades chinas hicieron "amenazas serias a los miembros de su familia inmediata" si el disidente "se negaba a aceptar la oferta", y que los funcionarios estadounidenses, por su parte, "han abandonado a Chen".

El abogado de derechos humanos Teng Biao transcribió también en las redes sociales una conversación que mantuvo con Chen y en la que, a la pregunta de si había sido coaccionado, el activista responde: "sí, es cierto. Esta tarde, en Chaoyang (el hospital)".

Según declararon en una rueda de prensa en la Embajada en Pekín altos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato, el disidente abandonó por su propia voluntad el recinto para dirigirse a un hospital en Pekín.

Mediante un pacto entre EE.UU. y China, Chen permanecerá en su país bajo garantías del gobierno chino de que podrá desarrollar una vida normal con su familia, indicaron los altos funcionarios.

Bajo estas garantías, Chen podría reunirse con su familia, a la que tuvo que dejar atrás en su fuga la semana pasada del arresto domiciliario extrajudicial que sufría, y todos ellos podrán mudarse a otro lugar en China, donde el abogado autodidacta podrá cursar estudios universitarios y hacer una vida normal.

Estados Unidos "seguirá interesándose en el bienestar del señor Chen y su familia, incluidas visitas periódicas y sacando a relucir su caso con las autoridades apropiadas", subrayó uno de los altos funcionarios.

Chen, abogado autodidacta que perdió la vista a los cinco años, fue detenido en 2005 y condenado en 2006 a cuatro años y tres meses de prisión tras denunciar abortos y esterilizaciones forzosas a 7.000 mujeres de su provincia, Shandong.

La sentencia fue criticada por organizaciones de derechos humanos, que la consideraron una venganza de las autoridades por el activismo de Chen.

El abogado quedó en libertad en 2010 pero desde entonces había sufrido junto a su familia un severo arresto domiciliario en su casa de Dongshigu, también en Shandong, de la que escapó el pasado 22 de abril para buscar refugio en la Embajada estadounidense.

La presencia del disidente amenazaba con complicar las relaciones bilaterales durante la estancia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner, en Pekín esta semana para participar en las sesiones anuales del Diálogo Estratégico y Económico entre ambos países.

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