Este artículo se publicó hace 16 años.
EEUU inyectará 250.000 millones de dólares en bancos
Estados Unidos entraba a una nueva era financiera el martes con su plan de compra de participaciones accionarias en bancos valorado en hasta 250.000 millones de dólares, una incursión en el sector privado que altos cargos consideraron un lamentable último recurso.
El Gobierno estadounidense emuló lo hecho por potencias europeas, que el lunes acordaron recapitalizar a sus bancos, lo que provocó una recuperación de las bolsas globales que continuaba el martes, aunque con menor fuerza.
"Esta es una medida esencial a corto plazo para asegurar la viabilidad del sistema bancario estadounidense", dijo el presidente George W. Bush en un discurso transmitido por televisión.
"Estas medidas no están destinadas a tomar el control del mercado libre, sino a preservarlo", enfatizó.
El Tesoro de Estados Unidos comprará títulos preferentes sin derecho a voto en las grandes instituciones financieras. Cada participación estará limitada a 25.000 millones de dólares. Además, los ejecutivos bancarios deberán aceptar límites en sus pagos y normas de gobierno corporativo.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, dijo que nueve bancos que describió como "instituciones saludables" habían acordado aceptar las inversiones del Gobierno por el bien de la economía de Estados Unidos.
Una intervención estatal de este tipo hubiera sido impensable antes de la crisis crediticia, la peor desde la Gran Depresión de la década de 1930.
"Que el Gobierno sea dueño de una porción de cualquier empresa privada de Estados Unidos es algo objetable para la mayoría de los estadounidenses, incluyéndome a mí", dijo Paulson.
"Sin embargo, la opción de dejar a las empresas y los consumidores sin acceso al crédito es totalmente inaceptable", añadió.
Bush agregó que la Comisión Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés) garantizará las nuevas deudas bancarias y asegurará temporalmente la deuda preferencial senior emitida por bancos y cajas de ahorro.
Además, la Reserva Federal se convertirá en el comprador de último recurso de papeles comerciales, los instrumentos de deuda que usan las compañías para financiar sus actividades.
Las recientes medidas están destinadas a estimular los préstamos interbancarios y los mercados de papeles comerciales, cuyo estancamiento podría ya haber llevado a la economía de Estados Unidos a una recesión.
Los mercados monetarios expresaban cierto alivio y descendían los costos de préstamos interbancarios.
En Europa, medidas similares ayudaron a recuperar el lunes parte de la confianza entre los inversionistas.
Reino Unido, Alemania, Francia y otros países ofrecieron más de 1 billón de euros en inyecciones directas de capital para los bancos y para la suscripción de préstamos interbancarios que se habían congelado.
Japón se unió al esfuerzo global, al afirmar que podría inyectar fondos públicos a bancos regionales, para asegurar que las pequeñas empresas puedan recibir efectivo. recesión.
/Por Daniel Trotta/
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