Este artículo se publicó hace 15 años.
EEUU reconoce que las emisiones dañan la salud
Obama acelera su agenda medioambiental en vísperas de su viaje a Dinamarca
Isabel Piquer
En vísperas de su viaje a Copenhague, que finalmente no será esta semana sino la siguiente, Barack Obama intenta acelerar su agenda medioambiental para llegar a la cumbre con algo más de ímpetu ecológico, tras el aluvión de críticas por la falta de entusiasmo de la Casa Blanca en la lucha contra el calentamiento.
La agencia estadounidense de protección del medio ambiente (EPA, en sus siglas en inglés) declaró ayer que los gases de efecto invernadero suponen una amenaza directa para la salud humana, otorgándose así un arma legal para superar los obstáculos que ha puesto el Congreso en la aprobación de una legislación más restrictiva para empresas y particulares en la emisión de gases contaminantes.
El inesperado anuncio también permite al presidente estadounidense llegar con un perfil más verde a Copenhague después de que su propuesta de reducir las emisiones de Estados Unidos un 17% en 2020 tomando como referencia 2005 (y no 1990, como estipula el tratado de Kioto) no fuera tan bien acogida.
Política "razonable""La amenaza es real", resaltó ayer la directora de la EPA, Lisa Jackson, que calificó la política medioambiental de Washington de "razonable y basada en el sentido común". Jackson viajará a Copenhague esta semana para preparar el terreno en vísperas de la visita de Obama.
El anuncio permite aObama llegar con un perfil más verde a Copenhague
La EPA no va a adelantarse al Congreso, pero el anuncio de ayer ayudará a acelerar las cosas. Según un fallo del Tribunal Supremo de 2007, la declaración sobre amenaza de peligro es necesaria para que la agencia pueda regular las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
El pasado junio, la Cámara de Representantes aprobó, en una ajustada votación, una ley de protección del clima que por primera vez obligará a las empresas estadounidenses a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero el proyecto está estancado en el Senado.
Por si quedaran dudas sobre sus intenciones ecológicas, Obama, en un añadido de último minuto, se reunió ayer por la tarde con el ex vicepresidente Al Gore, para recibir la bendición del gran padrino de la causa medioambiental.
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