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EEUU revisa la política de Bush hacia Cuba

La Cámara de Representantes aprueba el levantamiento de las restricciones para viajar a la isla impuestas en 2004. La medida permitirá la venta de alimentos y medicinas a La Habana

LISSETTE BUSTAMANTE

El cambio de las relaciones de Estados Unidos hacia Cuba ha dado sus primeros pasos formales en Washington. La Cámara de Representantes aprobó este jueves con 245 votos a favor y 178 en contra, un proyecto de ley presupuestaria que contempla, entre otras medidas, la modificación de las restricciones para viajar a Cuba impuestas por la Administración de George W. Bush en 2004.

'En la isla se habla más de Obama que de los Castro. Los cubanos de uno y otro lado están expectantes ante los cambios que se producirán en la política hacia Cuba', asegura la escritora Uva de Aragón, directora del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de Florida, y exiliada en Estados Unidos desde 1971. 'El embargo ha sido una estrategia fallida. Los cubanos hemos triunfado en muchos campos, pero no en influir políticamente en el régimen'.

La medida, una promesa electoral del presidente Barack Obama, deberá ser ratificada por el Senado, donde se espera que encuentre una fuerte resistencia. El congresista republicano Lincoln Díaz Balart vaticina que 'podría ser derrotada', aunque asegura: 'No sé lo que puede suceder'. Y ante la duda del resultado, numerosos congresistas despliegan toda su fuerza para evitar la aprobación de la medida.

El próximo lunes comenzará el debate de este proyecto de ley en el Senado que si se ratifica permitirá que los cubano-americanos puedan viajar a la isla una vez al año, y no cada tres, como ocurre actualmente.

La legislación prevé autorizar la venta de medicamentos y alimentos a La Habana, en especial partidas de arroz. La medida también permitirá a los cubano-americanos gastar 170 dólares al día en la isla, más del triple de los 50 dólares que autoriza la legislación vigente.

El senador republicano Mel Martínez, de origen cubano-americano, ha dejado claro que votará en contra de la flexibilización del embargo, al considerar que la norma es 'contraproducente y premia a un régimen represivo y autoritario que ha demostrado poca preocupación por la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos'.

En contraste, el también senador Richard Lugar, el republicano de mayor rango en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, favorece un levantamiento de las restricciones. Hace sólo unos días, Lugar presentó un informe en el que criticó el 'fracaso' de la política estadounidense hacia Cuba. El texto se basa en el análisis de una comisión de asesores norteamericanos que visitó La Habana recientemente.

Por ello, el senador Lugar insta a la Administración de Obama a suavizar el embargo económico, comenzando por la eliminación de las restricciones a los viajes, antes de la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará a mediados de abril, en Trinidad y Tobago.

'Todo esto tiene que considerarse claramente una tendencia', comenta el representante demócrata Bill Delahunt, quien patrocina otro proyecto legislativo que permitiría a los estadounidenses viajar a Cuba. 'La tendencia es realizar más cambios y los viajes son una pieza central de esa idea. Esto es un impulso al cambio', afirma Delahunt.

'La medida se va a implementar', afirma con rotundidad el demócrata Joe García. 'La política de Bush con Cuba ha sido un fracaso, como lo demuestra el reciente informe del Departamento de Estado acerca de la situación de los Derechos Humanos'. No se corta un pelo para subrayar que los republicanos se han quedado sin argumentos, por lo que ahora se agarran del asunto cubano 'como a un clavo ardiendo'.

A su vez, desde la Institución Brookings, un grupo de reconocidos diplomáticos y académicos insisten en la necesidad de un mayor diálogo con Cuba.

Si se logra suavizar una parte de las restricciones, EEUU habrá dado un primer paso para favorecer la distensión entre ambos países. Tanto Obama como Raúl Castro ya se han mostrado dispuestos a sostener conversaciones en un futuro no lejano. Por ahora, sólo queda esperar.




1¿La flexibilización del embargo aprobado ayer por el Congreso de EEUU es un cambio importante ?
De momento, el Senado todavía no ha aprobado una ley que permita viajar a Cuba. Esta restricción es anticonstitucional y ha habido varios intentos en la última década de eliminarla porque no sirve para nada más que para aislar la isla y fortalecer la imagen de fortaleza sitiada. La decisión del Congreso es un primer paso que indica un cambio en la política de Washington hacia Cuba. Incluso la mayoría de cubano-americanos está a favor de un acercamiento, al menos levantando las restricciones de viajes y remesas.

2¿Este gradual levantamiento del embargo mejorará las condiciones para alguna transformación en Cuba?
Sin duda. Si se pone fin al embargo desaparece la presión externa que sirvió durante tantas décadas y sigue sirviendo para justificar el cierre de filas en torno al régimen castrista como único garante de la soberanía nacional.

3¿Qué otras medidas podría adoptar en los próximos meses la Administración estadounidense?
Después de décadas de conflicto hay que crear primero las condiciones de un diálogo, es decir, crear un clima de confianza en temas políticamente menos sensibles. También podría ser de utilidad hacer consultas con Brasil u otros países latinoamericanos que recientemente reintegraron Cuba (sin aplicar la cláusula democrática) en el Grupo de Río.

4¿Se han paralizado las reformas en Cuba?
Es cierto que se han aprobado algunas medidas, pero no son reformas ni mucho menos estructurales. Después del debate nacional no ha pasado prácticamente nada. La gran esperanza es el Congreso del PCC del próximo diciembre.

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