Este artículo se publicó hace 13 años.
Efecto antidepresivos en madres y bebés genera más controversia
Por Genevra Pittman
Los bebés de mujerestratadas con antidepresivos durante el embarazo podríanpresentar un crecimiento levemente más lento de la cabeza y sermás propensos a nacer prematuramente, señaló un estudiorealizado en Holanda.
Aun así, eso no prueba que esos fármacos, los inhibidoresselectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), alteraranel desarrollo de los bebés o que las diferencias observadasterminen causando efectos en el largo plazo.
"Los datos acumulados siguen siendo controvertidos", dijoChristina Chambers, de University of California en San Diego, yque no participó del estudio.
"No se trata simplemente de saber si una mujer tomó o no unfármaco. Están todos los temas asociados con la enfermedad quese está tratando, la duración del uso del medicamento y todoaquello que lo rodea", aseveró.
En el estudio, los bebés de las mujeres con depresión, peroque no tomaban fármacos, también mostraron un crecimientocorporal más lento que los bebés de mujeres sin depresión.
El equipo del doctor Henning Tiemeier, del Centro MédicoErasmus, Rotterdam, estudió a casi 8.000 embarazadas para unestudio más ambicioso sobre las futuras mamás y sus bebés, en elque se realizaron controles trimestrales por ultrasonido paraevaluar el crecimiento fetal.
La mayoría de las participantes tenía pocos síntomas dedepresión, mientras que 570 presentaba la enfermedad pero noutilizaba fármacos y otras 99 tomaban un ISRS.
En el útero, los bebés de las mujeres con depresión pero sintratamiento, engordaban menos cada semana que los bebés de lasmujeres sin depresión. El crecimiento de la cabeza de los bebésdel primer grupo también era un poco más lento que el de losbebés del otro grupo.
El tratamiento antidepresivo materno no alteró elcrecimiento corporal fetal, pero sí el de la cabeza, con unadiferencia de 0,18 mm por semana. Al momento del parto, lacabeza de esos bebés era unos 4 mm más pequeña que la de losbebés de las mujeres sin depresión.
"Alguien podría decir que medio centímetro (...) no estanto. Pero pensamos que, dado que no es tanta la variación alnacer, ese medio centímetro es bastante significativo", dijoTiemeier.
Explicó que los ISRS atraviesan la placenta y pueden llegaral cerebro fetal y alterar su desarrollo, aunque este estudio nopudo demostrar si eso aumentaría el riesgo de que los niñosdesarrollen problemas de conducta o mentales en el futuro.
Los bebés expuestos a los antidepresivos también eran máspropensos que el resto a nacer prematuramente: el 10 por cientode las embarazadas tratadas con ISRS tuvo un parto prematuro,comparado con el 6 por ciento de las mujeres con depresión sintratar y el 5 por ciento de las mujeres sin depresión, segúnprecisó el equipo en Archives of General Psychiatry.
Tiemeier recomendó que las mujeres con depresión que quierenquedar embarazadas conversen con sus médicos sobre los riesgos ylos beneficios de los antidepresivos, y considerar el uso de lapsicoterapia.
"La idea general es que este tipo de medicamentos no es ungran problema en el embarazo", dijo Chambers, quien tambiénconsideró que hay que tener en cuenta los efectos de la falta detratamiento y los sentimientos depresivos durante el embarazo ydespués del parto.
Las participantes tratadas con ISRS obtuvieron resultadosmás bajos que las mujeres con depresión sin tratar en los testspara evaluar los síntomas depresivos.
"El tratamiento materno adecuado durante el embarazo esbueno para el bebé por muchos motivos", agregó Chambers. "Cuandolos riesgos son bajos y manejables (...) lo que importa es serla mejor madre posible durante y después del embarazo", indicó.
FUENTE: Archives of General Psychiatry, online 5 de marzodel 2012.
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