Este artículo se publicó hace 16 años.
Egipto impone el cierre de comercios en Al Arish para forzar el regreso de los palestinos
Las fuerzas de seguridad egipcias han impuesto, por segundo día consecutivo, el cierre de los comercios en la ciudad egipcia de Al Arish, para forzar a los miles de palestinos que han cruzado la linde fronteriza a regresar a Gaza.
Las tiendas de la calle 26 de julio, una de las principales arterias de esta ciudad situada a 45 kilómetros de la frontera entre Gaza y Egipto, están cerradas a cal y canto desde la mañana de ayer, cuando agentes de la Policía comenzaron a obligar a los comerciantes a echar el cierre a sus locales.
"Decidimos reabrir ayer, tras la oración del anochecer, porque había mucha gente que necesitaba medicinas", asegura Karim, dependiente de una de las escasas tiendas que se han atrevido a no respetar las órdenes de seguridad.
Karim explica que las fuerzas de seguridad han impuesto el toque de queda y que están prohibidas las concentraciones de personas, todo con el objetivo de empujar a los palestinos a volver a la Franja de Gaza.
Sin embargo, los oficiales desplegados en esta zona se han negado a realizar declaraciones.
Asimismo, en varios puntos del centro de la ciudad, como en la plaza de Anuar al Sadat, decenas de policías y agentes antidisturbios se han desplegado donde hace apenas tres días que cientos de miles de palestinos festejaban su huida de Gaza tras volar el muro fronterizo por varios puntos.
Los agentes piden la documentación a toda persona que intenta entrar en la calle principal.
Muchos habitantes egipcios de Al Arish muestran su descontento tanto con los palestinos, de quienes aseguran que les han dejado sin víveres, como con la policía, que ha impuesto el toque de queda.
"A quien necesita se le da, pero después éste no le puede quitar todo al anfitrión", protesta Sherbin, un egipcio que vende té en la calle.
"La policía llegó ayer y nos obligó a cerrar, así que ahora tenemos el local cerrado, pero no del todo", asegura Yasem, el propietario de un centro de internet, mientras mantiene entreabierta la persiana metálica de su negocio.
Yasem dice que todas las tiendas permanecen clausuradas para los habitantes de la localidad, y que lo único que se puede comprar es pan.
"Tendremos que aguantar esta situación un par de días, hasta que todo vuelva a la normalidad", comenta resignado.
Estas medidas se han impuesto coincidiendo con un endurecimiento de los puestos de control en todas las carreteras que salen del Rafah egipcio, donde la empalizada fronteriza aún permanece abierta al trafico rodado y a los transeúntes.
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