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Egipto inaugura su primer Parlamento de la era pos Mubarak

EFE

Egipto inauguró hoy su primer Parlamento de la era pos Mubarak, dominado por los islamistas, con una sesión marcada por el homenaje a los mártires de la revolución egipcia y los llamamientos a la democracia y el consenso.

En esta reunión, que se celebra dos días antes del primer aniversario de la revolución que derrocó al régimen de Hosni Mubarak, los diputados eligieron presidente del Parlamento por mayoría absoluta al islamista Saad Katatni.

Al inicio de la sesión, los parlamentarios rindieron homenaje con un minuto de silencio a las víctimas de las protestas, a las que también hizo referencia Katatni, secretario general del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes.

"No vamos a traicionar nunca la sangre de los mártires ni olvidar la sangre de los heridos", dijo el nuevo presidente del Parlamento en un discurso tras ser elegido con 399 votos.

Este puesto fue disputado por el diputado del partido islamista moderado Al Wasat Esam Sultan, y el independiente Yusef el Badri, que lograron 87 y 10 votos, respectivamente, de un total de 503 sufragios, de los que siete fueron declarados nulos.

Pese a la presencia de varios candidatos, la elección de Katatni estaba asegurada después de que la semana pasada los principales partidos egipcios consensuaron que la Presidencia del Parlamento fuera ocupada por el partido más votado en las recientes elecciones legislativas.

El PLJ es la formación mayoritaria con 235 escaños; seguida por los salafistas de Al Nur con 123 asientos; y la tercera es el Wafd, el partido más antiguo de Egipto, que logró 38 diputados.

En su alocución, Katatni, el presidente número 33 en la historia del Parlamento egipcio, también hizo un guiño a los activistas y afirmó que "la revolución continúa" y que se van a cumplir todos sus objetivos.

"Queremos construir un Egipto nuevo, que sea un país constitucional, democrático y moderno", subrayó el dirigente del PLJ, quien agradeció a la Junta Militar que dirige Egipto que haya cumplido su promesa de celebrar elecciones transparentes.

El nuevo Parlamento será, según Katatni, "un exponente de la democracia", trabajará con justicia y objetividad y, entre sus prioridades, estará acabar con la corrupción y mejorar los servicios públicos.

Hasta la designación de Katatni, la sesión estuvo presidida por el diputado del partido liberal Wafd, Mahmud el Saqa, el miembro de más edad del Parlamento.

El Saqa fue nombrando uno por uno a todos los legisladores para que juraran sus cargos en esta sesión histórica, y tuvo que interrumpir a algunos de ellos para que no se extendiesen en su juramento.

La cita no estuvo exenta de pequeños incidentes como las quejas de un parlamentario porque otro había ocupado su asiento o el alzamiento de una pancarta a favor de los mártires, que El Saqa consideró una infracción del reglamento de la cámara.

También fue interrumpida la sesión por la solicitud de un diputado islamista de hacer un receso para rezar, a lo que El Saqa hizo caso omiso. Al final algunos parlamentarios de Al Nur abandonaron la sala, pero ninguno del PLJ.

El nuevo Parlamento tiene 508 escaños, de los que 498 han sido elegidos en las urnas y diez han sido designados directamente por la Junta Militar.

Entre los diputados figuran solo catorce coptos (cristianos egipcios) y once mujeres, de los que cinco y dos, respectivamente, fueron nombrados por los dirigentes castrenses.

Ante el temor a esa mayoría islamista, el diputado del PLJ Hisham el Suli dijo a Efe a la puerta del Parlamento que su partido espera "alcanzar un acuerdo con todos los partidos y buscar el consenso".

El Suli afirmó, en un receso de la sesión, que el PLJ va a trabajar por "un Parlamento independiente" y calificó esta jornada de "día histórico".

"El Parlamento dará comienzo a una nueva época política y de unidad en Egipto", subrayó.

Mientras los diputados celebraban esta primera sesión, en los alrededores del Parlamento se congregaron centenares de manifestantes, rodeados por un intenso despliegue policial, que cerró algunas calles con alambradas.

Banderas egipcias, algunas con el signo de la media luna y la cruz para expresar la unidad entre cristianos y musulmanes, y fotografías de los mártires fueron la tónica en esta marcha que tenía como objetivo recordar a los diputados las reivindicaciones de la revolución.

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