Este artículo se publicó hace 12 años.
El ejercicio aeróbico alivia los síntomas de la menopausia: estudio
Por Kerry Grens
En un pequeño estudio sobremujeres finlandesas que acababan de entrar en la menopausia, lasque participaron de un programa de ejercicio aeróbico duranteseis meses fueron menos propensas a tener sudores nocturnos,cambios del estado de ánimo e irritabilidad que lasparticipantes que no hicieron actividad.
Para los autores, los resultados sugieren que el ejerciciopodría ser una alternativa a la terapia de reemplazo hormonalpara aliviar los síntomas de la menopausia.
"Definitivamente, recomendaría la actividad física. Entretodas las opciones disponibles, probablemente es la mejor parala salud y los síntomas del envejecimiento", dijo la doctoraSteriani Elavsky, de la Penn State University y que no participódel estudio.
Hasta el 80 por ciento de las mujeres tienen algunos o todoslos síntomas más comunes de la menopausia, como los sofocos, lasudoración nocturna, los trastornos del sueño, las cefaleas, ladepresión, la irritabilidad, los problemas urinarios y lasequedad vaginal.
Aunque no todos los estudios coinciden, investigacionesprevias habían demostrado la utilidad del ejercicio.
Por ejemplo, el equipo de la doctora Riitta Luoto, delInstituto UKK para la Investigación y Promoción de la Salud, enTampere, Finlandia, comprobó que el ejercicio ayudaba a reducirlos sofocos.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Menopause, elmismo equipo analizó otros síntomas de la menopausia. Al azar,les indicó a 74 mujeres de entre 45 y 63 años con síntomasmenopáusicos una rutina de ejercicio de 50 minutos por día,cuatro días por semana durante 24 semanas. Un grupo de controlde 77 mujeres concurrieron a clases sobre la salud.
La rutina física debía incluir por lo menos dos sesiones decaminata por semana. Las otras dos sesiones podían ser decaminata, trote, bicicleta, natación, ejercicios aeróbicos uotra actividad. Las mujeres informaron los síntomas dos vecespor día a través de un cuestionario por teléfono celular.
Luoto aseguró que ejercitar cuatro veces por semana exigemotivación. "Las participantes tenían síntomas y, por lo tanto,estaban lo suficientemente motivadas como para cumplir con larutina física", dijo la autora.
Y en algunas mujeres, el esfuerzo valió la pena. A los seismeses, la proporción del grupo tratado con ejercicio conalteraciones anímicas e irritabilidad se redujo del 20 al 10 porciento. También disminuyó la cantidad de mujeres con sudoresnocturnos (del 60 al 50 por ciento).
En el grupo control, la reducción de los síntomas no fue tanpronunciada.
Los síntomas que no disminuyeron con el ejercicio fueron ladepresión, las cefaleas, los trastornos urinarios y la sequedadvaginal. Para Elavsky, el estado anímico influiría en estosresultados.
"El efecto del ejercicio en el estado de ánimo es fuerte ycasi inmediato, lo que probablemente explique esa reducción delos síntomas. Dicho esto, no descartaría la posibilidad de queel ejercicio tenga un efecto fisiológico", expresó.
La investigadora advirtió que las mujeres que comienzan unarutina física pueden sentir más sofocos, pero con el tiempoverán que empiezan a ceder. Se desconoce cuál es la cantidadmínima de ejercicio que podría aliviar los síntomas de lamenopausia.
Estudios previos sobre terapias alternativas al tratamientode reemplazo hormonal habían hallado beneficios en lossuplementos de soja, las clases de control mental y lascaminatas.
FUENTE: Menopause, online 13 de febrero del 2012
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