. La ministra española del Medioambiente y Medio Rural, Elena Espinosa, la comisaria europea del ramo, Mariann Fischer Boel, y el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias han defendido hoy una mejora de los regadíos y las infraestructuras para afrontar el reto de la escasez de agua.

Los tres representantes políticos han subrayado esta idea, durante la conferencia "¿Cuál es el papel de la UE en el uso sostenible del agua en la agricultura?, celebrada en el marco de la Exposición Internacional de Zaragoza.

Espinosa ha destacado la importancia de unas infraestructuras eficaces para lograr el uso sostenible de los recursos hídricos españoles y ha subrayado que el regadío "tiene un efecto multiplicador" en la producción, en la renta y en el empleo agrario.

Asimismo, Espinosa declaró a la prensa antes de la conferencia que su gobierno nunca ha cambiado de opinión respecto al rechazo del trasvase del Ebro, que está, y seguirá, derogado.

La ministra se ha referido a las políticas puestas en marcha por el Ejecutivo central, como el Plan de Choque para la Modernización de Regadíos, que afectará a más de 800.000 hectáreas.

Según Espinosa, este plan puede suponer que haya un ahorro de agua "superior al derogado trasvase del río Ebro".

Según datos del Ministerio, el agricultor es el único usuario que está conteniendo e incluso descendiendo su consumo de agua, pues hace años empleaba cerca del 80% de los recursos hídricos y en la actualidad, un 63%.

Espinosa ha distinguido entre dos tipos de regadíos en España, el extensivo, que genera menos ingresos, y el intensivo, este último el del Levante mediterráneo, con orientación hortofrutícola de alta rentabilidad, márgenes superiores a los 6.000 euros por hectárea y sin ayudas comunitarias.

Por su parte, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha destacado al "alto grado de concienciación" de Aragón respecto al cambio climático y el proceso transformador de su agricultura, con la gestión de recursos hídricos como eje.

Iglesias ha apostado por energías renovables, nuevas ideas y ha afirmado que dentro de la dimensión económica, los resultados "no justifican todos los medios".

Aparte, el consejero de Agricultura aragonés, Gonzalo Arguilé, ha respondido a preguntas sobre la idea de establecer tasas para el agua y en este sentido ha dicho "que antes de poner un precio, es necesario modernizar las infraestructuras hidráulicas, algunas de más de cien años; después veremos cómo se paga".

Arguilé ha advertido de que no se puede obligar al agricultor "a pagar más de lo que puede" por el agua.

Durante la conferencia, la comisaria europea de Agricultura ha defendido el recorte de ayudas directas de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), para destinar ese dinero a la modernización de regadíos y a la mejora de la gestión del agua en el sector.

Según Fischer Boel, la reducción de subvenciones directas es la "única manera" de obtener fondos para costear medidas que mejoren la gestión de los recursos hídricos en la producción agrícola.