El embajador de Siria en Londres está invitado mañana a la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton pese a las protestas del Gobierno británico por la represión sangrienta de los manifestantes contra el régimen sirio.

Un portavoz del palacio de St James confirmó que el diplomático, Sami Khiyami, figura entre los invitados a asistir al enlace en la abadía de Westminster.

El "Daily Mail" se hace hoy eco de las protestas de diputados laboristas por el hecho de que se haya invitado al representante sirio y no a los ex primeros ministros laboristas Tony Blair y Gordon Brown, algo que, según los parlamentarios, "roza lo grotesco".

El martes, el embajador sirio fue convocado al Foreign Office, donde el secretario de Estado adjunto del Ministerio, Simon Fraser, calificó de "inaceptable" el empleo de la fuerza contra los manifestantes sirios.

Fraser le dijo al diplomático que el Gobierno de Damasco debía poner fin de inmediato a todos esos ataques contra los manifestantes y contener al Ejército y a las fuerzas de seguridad.

Un portavoz del Palacio dijo que las invitaciones al cuerpo diplomático se hicieron en estrecha consulta con el Foreign Office y que se incluyó a todos los embajadores de países con los que Londres mantiene relaciones diplomáticas normales.

"No corresponde al Palacio determinar con qué países tenemos relaciones diplomáticas", dijo el portavoz.

El responsable de Defensa de la oposición laborista, Kevan Jones, expresó sin embargo su preocupación ante el hecho de que el embajador sirio pudiese asistir a la boda mientras su presidente, Bachar al Asad, lanza una nueva oleada de violencia contra su propio pueblo.

"Podríamos encontrarnos con la horrible posibilidad de matanzas en las calles de Siria mientras el embajador sirio se encuentra en la abadía de Westminster asistiendo al enlace", declaró el político laborista al diario The Times.