Las empresas españolas preparan su regreso a Libia

Empresas españolas que operaban en Libia antes de la caída del régimen del coronel Muamar al Gadafi han comenzado los trámites con las nuevas autoridades para retomar sus actividades en el país, aseguró a Efe el embajador de España en Trípoli, José Riera.

Según el diplomático español, que no ofreció nombres, "bastantes empresas" han mostrado ya su interés por operar en Libia, "algunas ya han estado aquí y otras tienen programado venir y hablar con las autoridades en los próximos 15 días".

En una entrevista concedida a Efe en su residencia, el embajador destacó la importancia de esta reactivación que enmarcó dentro de la reconstrucción de Libia, cuyos nuevos responsables políticos intentan establecer un gobierno interino tras seis meses de un conflicto armado aún no terminado.

En este sentido Riera, que el pasado mayo se estableció en Bengasi, en el este, y en septiembre se trasladó a la capital, subrayó la buena acogida recibida por parte de las nuevas autoridades.

"A nosotros nos han dicho que los contratos se van a mantener con la cláusula de que no haya habido temas de corrupción. Cuando hemos preguntado por las empresas concretas no sólo nos han dicho que son bienvenidas, sino que les han dicho que vuelvan cuanto antes y que empiecen a trabajar con el actual gobierno", dijo Riera.

El alto funcionario, que antes de ocupar este cargo fue embajador en misión Especial para Asuntos del Mediterráneo, también confirmó que "ya están abiertas todas las instancias españolas en esta ciudad", en referencia a la oficina comercial, que aún debe solucionar "algún tema operativo y logístico".

Riera enmarca este regreso empresarial dentro de la participación española en la reconstrucción del país.

Además, en esta reconstrucción participarán empresas españolas en "la gestión y mejora de todo lo que es el tema de sanidad".

"El ministro Nayi Barakat en varias reuniones me ha expresado su deseo de que empresas españolas puedan participar en este campo", comentó Riera.

España contribuirá también dentro del marco de la ONU y de la UE, que se encuentran ahora en una fase de evaluación de necesidades.

Esa ayuda, como indicó el embajador "ha de ser siempre de acuerdo con lo que digan las autoridades libias" y debe estar incluida en "un proyecto dirigido por Libia y no por instancias exteriores".

En este sentido, la propuesta lanzada por España para una cooperación policial podría englobarse dentro de uno de los campos adjudicados a la Unión Europea, el control de las fronteras terrestres y marítimas libias.

Riera insistió en que el apoyo de España a Libia respondía a la vecindad, a la tradicional proximidad española con los países árabes, al deseo de defender los derechos humanos y al hecho de que España vivió también una transición democrática.

Además, comentó que el apoyo mostrado por España "ha sido un aspecto muy positivo que las autoridades libias han valorado. En todos los sentidos España siempre ha estado al lado del pueblo libio y del organismo que lo representa, el Consejo Nacional (de Transición)".

Por otra parte, aunque reconoció que existían problemas importantes como "la proliferación de armas en la calle" o la necesidad de integrar a las milicias en la sociedad para evitar delincuencia común o política, o que estas armas caigan en manos de grupos que puedan poner en peligro la seguridad de los países de la UE, mostró su confianza en el encauzamiento del proceso político.

"La voluntad del actual gobierno es actuar conforme a derecho y a las normas de un Estado democrático. No pensamos que pueda ser de otra forma", dijo el jefe de la misión española.

El pasado 16 de septiembre el Consejo de Ministros aprobó el real decreto por el cual se designó a Riera embajador en Trípoli, con lo que España recuperó un cargo que se había suprimido en junio, en protesta por la represión del régimen de Gadafi de las manifestaciones que estallaron el 17 de febrero en todo el país.

Por Jorge Fuentelsaz.