Este artículo se publicó hace 12 años.
La encrucijada del pequeño comercio
La Comunidad de Madrid, pionera en la liberalización total de horarios y aperturas en días festivos
La barbería Kinze de Cuchilleros, en Madrid, es un ejemplo de cómo un pequeño comercio puede sobrevivir durante más de un siglo (se inauguró el 2 de enero de 1900) a crisis, épocas de bonanza y vueltas a las vacas flacas. Un oasis y una excepción: a pocos metros de ese lugar, ubicado en los aledaños de la plaza Mayor, está la calle Santiago, también muy frecuentada por turistas. Allí, cuatro comercios han echado el cierre en los últimos meses. Son la cruz de un sector que ha resistido razonablemente el vendaval económico de los últimos años: según datos del Ministerio de Economía, hoy existen 617.000 comercios en España, un 1,7% menos que en 2000.
Eso no significa que el sector, que en su sentido más amplio (incluyendo a la gran distribución) supone más de un 12% del PIB, esté boyante. Ni mucho menos. Como recuerda Manuel García Izquierdo, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), el negocio lleva cayendo desde 2008. El año pasado no fue una excepción y las ventas bajaron en torno a un 8% (esta semana la patronal publicará los datos oficiales), aunque la destrucción de empleo ha sido muy inferior a la de otros sectores, subraya García Izquierdo, que pone como ejemplo la joyería que regenta en Huelva: "Tenía tres empleados antes de la crisis y, como soy modestito, los sigo manteniendo como puedo", explica.
Los sindicatos rechazan el plan de Aguirre, que estará listo en primavera
Aunque pertenece a un sector, el del lujo, que aguanta mucho mejor el temporal que el resto, el caso del presidente de la CEC, dice, "se puede extrapolar a la mayoría de los comerciantes de España". De hecho hay quien en medio de la crisis crece. Es el caso de Hilario Alfaro, vicepresidente de la CEC y propietario de seis tiendas de ropa en Madrid, de cuya patronal de comerciantes, Cocem, es presidente.
Alfaro habla de los planes de liberalización total de horarios del Gobierno de Esperanza Aguirre (está previsto que la norma se apruebe esta primavera) con una mezcla de preocupación y resignación: "Si pedíamos reformas estructurales en la anterior legislatura, no podemos decir ahora que se las hagan al de enfrente y no a nosotros", señala este empresario, que aplaude la reforma laboral recién aprobada, que permitirá a los comerciantes despedir más barato e incentiva la contratación a tiempo parcial.
En opinión del representante de la patronal madrileña, la libertad total de horarios no solucionará los problemas de su sector: la falta de crédito y la caída del consumo. Para un pequeño comerciante, "abrir 365 días al año es un esfuerzo en cuanto a conciliar vida laboral, familiar y personal", recuerda Alfaro.
La falta de crédito y la floja demanda, grandes problemas del sector
De momento, la posibilidad de abrir 24 horas del día, 365 días del año, se va a limitar a Madrid. El comercio interior es una competencia transferida a las comunidades autónomas y, de momento, no parece que haya otras dispuestas a imitar el plan de Aguirre.
Por su parte, el Gobierno central se ha propuesto eliminar los trámites burocráticos para abrir nuevos establecimientos a través de la denominada licencia exprés para comercios de hasta 300 metros cuadrados de superficie que sean propiedad de pymes y autónomos (lo que deja fuera a las grandes cadenas de distribución). Con la nueva norma, que se inspira en los planes de Aguirre y estará operativa en junio, se busca reducir los plazos de apertura de un establecimiento (de 6 y 18 meses). Bastará con el informe técnico que ya exigen los consistorios para verificar que se cumplen las ordenanzas municipales, la firma de una declaración de responsabilidad y el pago de las tasas correspondientes.
Además, el Ejecutivo central negocia con Catalunya y Andalucía las nuevas normativas sobre la concesión de segundas licencias a grandes superficies comerciales para evitar las sanciones que la Unión Europea podría imponer a estas comunidades por "restricción a la libertad de establecimiento". El nuevo secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, parece decidido a imitar, en la medida de sus competencias, a Aguirre.
El Gobierno central pondrá en marcha en junio la licencia de apertura exprés
El plan de la presidenta madrileña es muy criticado por los sindicatos. Paco Arenas, de UGT-Madrid, cree que la liberalización de horarios que se avecina es una "agresión", que "va a precarizar" el sector, "se va a cargar el pequeño comercio" y "va a suponer una competencia desleal con otras comunidades". Teme que se extienda a otras como Castilla-La Mancha y Extremadura.
En otros ámbitos, la libertad de horarios es una gran noticia. Para la asociación Anged, formada por grandes superficies como El Corte Inglés, Alcampo o Carrefour, puede suponer "una medida de choque para dinamizar el consumo y el empleo" y "beneficia, sobre todo, a los consumidores", que disfrutarán de "horarios más ajustados a las necesidades actuales".
En Anged recuerdan que municipios como Ávila, Figueres o Palma de Mallorca, entre otros, se están replanteando liberalizar los horarios, como ya ha hecho el Ayuntamiento de Madrid con las zonas de mayor afluencia turística. Está por ver cuántos comercios se adhieren a la iniciativa del entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. En la barbería Kinze de Cuchilleros, por ejemplo, de momento, no tienen previsto abrir los domingos.
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