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La encrucijada de Nadal

El entorno del tenista intenta que no se revelen datos acerca del estado actual de su lesión

IGNACIO ROMO

Montreal, una ciudad de resonancias olímpicas, se ha convertido en una estación decisiva para Nadal. Su carrera deportiva se encuentra en un punto clave y depende enteramente de su físico, no de su talento ni de su capacidad de trabajo ambos parecen no conocer límites.

El de Manacor lleva más de dos meses de baja y reaparece en Canadá con la urgencia de quien sabe que puede perder en estos días hasta su condición de número dos mundial a pesar de que en el mes de mayo era un número uno indiscutible, un líder llamado a marcar una época en la historia del tenis.

Pero las rodillas de Nadal sufren. Los tendones cuadricipitales los que soportan el anclaje de la musculatura de la cara delantera del muslo en la rótula del mallorquín están muy castigados por un exceso de partidos a gran intensidad... y por las infiltraciones de corticoides para tolerar la inflamación.

'Espero jugar en Montrealcon un dolor asumible' ha confesado Rafa. Extraño momento el del tenis actual en el que los jugadores aceptan el dolor y saben que no pueden reposar y restablecerse de sus lesiones, aunque necesiten medio año para ello. Es la dictadura de los puntos, no los de sutura, sino los del ranking de la ATP.

El doctor Ángel Ruiz Cotorro, médico de Nadal, ha declinado dar detalles a Público acerca del estado físico actual del número dos del mundo. Mal asunto. En el entorno del mallorquín hay órdenes muy claras de no hablar de sus lesiones, de desviar el foco de la información hacia otros derroteros. Pero en el circuito se sabe que las dos rodillas del tenista están severamente castigadas.

La clave se encuentra en el estilo de juego de Nadal. En su tremendo desgaste físico en los partidos, en su negativa a dar por perdida una sola bola. Ya lo avisó Andre Agassi hace cuatro años. 'Nadal está firmando cheques que su organismo no podrá pagar con el tiempo'. Palabras proféticas del estadounidense, a la vista de la cadena de lesiones deNadal. Y la solución parece estar en el quirófano, en una operación llamada peinado de los tendones.

El doctor Juan Carlos Hernández, traumatólogo deportivo y jefe médico del Real Madrid, explica en qué consiste la operación a la que se sometería Nadal si los dolores persisten. 'Se trata de una acción similar a peinar los tendones, pero peinarlos con el bisturí. Se trata de hacer cortecitos en el tendón para que el tejido se reconstruya y, al cicatrizar, el tendón sea más fuerte'.

Mientras, Nadal, afina todo lo que puede su estado para debutar con garantías en Montreal, torneo que arranca hoy. Ha anunciado incluso que lo más probable es que pierda. Si cae demasiado pronto y Murray gana el torneo, el escocés un tenista en claro ascenso se hará con el número dos.

Montreal será clave, pero también Cincinnatti y el Abierto de los Estados Unidos, el único Grand Slam que no ha ganado Nadal. Si el ciclo termina con un resultado poco satisfactorio, son muchos los médicos deportivos que le recomiendan que haga un paréntesis, que se tome un largo periodo sabático y dé el reposo que necesitan sus tendones. Sólo tiene 23 años y es tiempo de prevenir, no de desgastar.

Rod Laver, el inolvidable tenista zurdo, siempre dio una gran importancia a la prevención de las lesiones. El australiano se hizo famoso en los años setenta por su impresionante antebrazo izquierdo. Y para fortalecerlo llevaba siempre consigo una pelota de tenis que apretaba con fuerza en los ratos libres. Pero en aquellos años la presión competitiva era inferior. A Nadal no le dan respiro.

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