Este artículo se publicó hace 15 años.
ENFOQUE-Herbicida afecta salud empleados en plantaciones de Asia
Por Tan Ee Lyn
Rajam Murugasu, una trabajadora deuna plantación en Malasia, se quedó ciega de un ojo alresbalarse y contaminarse accidentalmente con un herbicida.
"Estaba lloviendo. Me caí y el químico se disparódirectamente dentro de mi ojo", dijo Murugasu, una mujer de 40años. "Entré y salí del hospital durante todo un año", afirmó aReuters en la ciudad Teluk Intan, en el noroeste de Malasia.
Paraquat, un herbicida que protege el rendimiento de loscultivos matando los yuyos que compiten por el agua, losnutrientes y la luz, está prohibido en la Unión Europea,Estados Unidos y Nueva Zelanda, y en partes de América Latinaestá restringido a usuarios autorizados.
No obstante, es ampliamente usado en China, India,Filipinas así como también en Malasia, donde el Gobiernorevirtió una prohibición del 2006 después de que loscultivadores exigieran que se les permita usar el herbicida.
"El paraquat tiene serias implicancias para la salud y noexiste antídoto. Un humano no debe andar manipulándolo",sostuvo Irene Fernández de Tenaganita, un grupo de derechoshumanos en Malasia.
Paraquat, que contiene el compuesto de amonio cuaternario,está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)como moderadamente peligroso por su aguda toxicidad. Otrosherbicidas son menos tóxicos.
Según los activistas, este representa el 70 por ciento delos químicos usados para combatir los yuyos en las plantacionesde Malasia.
"Hay herbicidas menos nocivos y deberíamos deshacernos deestos tan tóxicos", aseveró Fernández.
"Está prohibido en toda la UE, ¿entonces por qué la genteen Asia está tolerando esto? ¿Por qué ese doble discurso?¿Acaso son nuestras vidas menos valiosas que las suyas?",preguntó.
El fabricante suizo de paraquat, Syngenta, insiste en queel herbicida es seguro y que sólo se requiere de protecciónocular cuando el líquido es mezclado y cargado en losrociadores.
En una respuesta vía correo electrónico a preguntas deReuters, Syngenta dijo que contaba con datos exhaustivos quemostraban que el uso del paraquat era seguro.
En las plantaciones de Malasia, los trabajadores cargantubos de paraquat sobre sus espaldas, rociando hasta 15 litrospor día.
Activistas de derechos humanos sostienen que el vientosopla el químico sobre los rostros de los trabajadores y laslatas agujereadas hacen que sus pies y prendas se empapen conel químico.
La piel absorbe el paraquat y grupos de derechos humanosdicen que los trabajadores que están expuestos a él sufren deenfermedades que van desde sarpullidos y pérdida de uñas aafecciones respiratorias y renales.
En Malasia hubo 256 casos de envenenamiento con herbicidasy pesticidas en 1997; 183 casos en 1998; 266 casos en 1999 y339 en el 2000, según un estudio del Ministerio de Salud. Loscasos más comunes de envenenamiento por pesticida se debieronal paraquat.
El paraquat es usado frecuentemente en Africa, Asia yAmérica Latina. Los grupos de derechos humanos dicen que losenvenenamientos y fatalidades ocurren regularmente, si bien nodisponen de cifras detalladas.
La OMS señala que puede ser fatal si es ingerido o rociadosobre la piel de forma concentrada.
¿VIDAS MENOS VALIOSAS?
El químico viene con instrucciones para usarlo de formasegura, indicando que se debe dejar de rociar cuando se levantaviento y que se requiere protección para los usuarios.
"Pero no se les informa sobre sus riesgos (...) y hacedemasiado calor para usar cosas como anteojos, delantales,botas, guantes", sostuvo Pushpa Arumugam, una activista queayuda a trabajadores en Malasia.
"Ellos sólo pueden usarlos por unos pocos minutos antes deque los anteojos se empañen y haga demasiado calor", dijo lamujer, explicando que usar lentes en climas tropicales a menidono era práctico.
"La Organización Mundial de la Salud ha descrito alparaquat como el único herbicida altamente tóxico deposguerra", dijo Sarojeni V. Rengam, del grupo Red de Acciónpor el Pesticida en Asia y el Pacífico, con sede en Penang,Malasia.
El Gobierno de Malasia asegura que está completamente altanto de los riesgos para la salud asociados con el paraquat,pero dijo que readmitió su inscripción debido a un pedido de laindustria y los usuarios.
"La reincorporación sólo es una medida regulatoriaprovisoria", sostuvo Halimi Mahmud, de la Junta de Pesticidasdel Departamento de Agricultura, añadiendo que el Gobiernotodavía está llevando a cabo una revisión final para determinarsi puede ser usado en Malasia.
"Si bien el paraquat actualmente está permitido, sus usosestán sujetos a un estricto control (...) tanto a empleadorescomo a empleados se les pide que el paraquat sea manipulado,usado y almacenado adecuadamente para evitar cualquier riesgopara la salud del hombre", agregó.
Syngenta dice que el uso del paraquat era seguro.
"Los protectores faciales son sólo necesarios durante losbreves instantes en los que el concentrado está siendo mezcladoy cargado, pero no durante la aplicación del producto diluido.Por lo tanto el argumento de los anteojos empañados no esrelevante durante la aplicación", dijo la empresa.
"El reclamo del daño en las uñas fue hecho hace muchos añosen situaciones en las que las que se ignoraron las más básicasmedidas de higiene (...) (por ejemplo) no lavarse las manosdespués de la exposición al producto", añadió Syngenta.
A veces es más sencillo enunciar las reglas que aplicarlas,especialmente para los trabajadores de Asia y de otras regionesdel tercer mundo donde hay estándares flexibles de seguridad; ylos empleados, con sus bajos sueldos, tienen poca voz paracambiar las condiciones en que se encuentran.
"Sabía que era peligroso porque el pasto se moría. Pero esel único trabajo disponible y mis hijos eran por entoncesdemasiado pequeños y yo tenía que trabajar", dijo Murugasu.
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