Este artículo se publicó hace 13 años.
ENFOQUE-Mercado bebidas alcohólicas, en auge en Golfo musulmán
Por Praveen Menon
El free-shop del glamoroso aeropuertointernacional de Dubái desborda de viajeros que escogen entrefilas y filas de vinos, champañas y whiskys cuidadosamenteacomodados.
El extravagante despliegue pone de relieve el impulso degrandes productores de bebidas alcohólicas por ingresar en laregión del Golfo Arabe, atraídos por una vasta población joveny la gran comunidad internacional cuyo gusto por el alcoholsigue impertérrito pese a las fuertes restricciones al consumoen países musulmanes.
"Casi siempre salgo del aeropuerto de Dubái con una costosabotella de whisky", dijo James Wilkinson, un ciudadanoaustraliano que regularmente viaja a la región.
El Islam no permite el consumo de alcohol y la mayoría delos países del Golfo ejerce un severo control de la sustancia-cuando no la prohiben por completo- declarando ilegal suconsumo en público.
Estados "secos" de la región como Arabia Saudita y Kuwaittienen leyes estrictas contra el consumo del alcohol. Muchosextranjeros y locales recurren al mercado negro para conseguiralcohol y realizan ocasionales viajes a Dubái o Bahréin paraemborracharse.
En Emiratos Arabes Unidos, el más liberal de los estadosdel Golfo, los residentes extranjeros pueden obtener permisospara comprar alcohol en un puñado de puntos de expendiodesignados, donde las botellas se venden a precios elevados.Las bebidas alcohólicas están también disponibles en hoteles ytabernas habilitados.
Otros países del Golfo Arabe como Qatar y Omán tambiénpermiten la venta de alcohol pero solo en los mejores hoteles.
VENTAS RAPIDAS
Diageo Plc., la mayor compañía de bebidas alcohólicas delmundo, inauguró un espacio de degustación de licores, vinos ychampañas de lujo en el aeropuerto de Dubái el año pasado -elprimero en su tipo-, para atraer a los viajeros adinerados quegustan de las mejores marcas.
"El Golfo es un mercado importante en el que podemos seguircreciendo", dijo Jane Ewing, gerente general de Diageo para laregión de Oriente Medio y Africa del Norte (MENA, por sussiglas en inglés).
El productor de whisky Johnnie Walker y vodka Smirnoff, consede en Londres, contabilizó un aumento de un 16 por ciento ensus ventas regionales totales el año pasado y espera que lasventas se dupliquen en la región MENA en los próximos cincoaños.
Solo la región del Golfo Arabe representó un 44 por cientode las ventas totales de Diageo en MENA, siendo Emiratos ArabesUnidos y Líbano sus dos mayores mercados.
La mejor marca de Diageo, Johnnie Walker Etiqueta Azul, quecuesta más de 200 dólares la botella, se está vendiendorápidamente en el Golfo.
A medida que la región se recupera lentamente de la crisisfinanciera internacional y la debacle inmobiliaria, el turismoestá empezando a volver a hoteles y centros turísticos y losproductores de bebidas alcohólicas muestran interés en quedarsecon una parte del negocio etílico.
Esto significa además una fuerte presencia en las discretaslicorerías de Dubái dirigidas a residentes con permiso paracomprar alcohol.
La firma holandesa Heineken NV dice que su auspicio delfútbol europeo ha elevado su perfil en el Golfo.
"Heineken es uno de los principales auspiciantes de la UEFAChampions League, que es vista en todo el mundo y además es muypopular en países árabes", dijo el gerente de comunicacionesfinancieras de Heineken, John-Paul Schuirink.
OBJETIVOS NO ALCOHOLICOS
Apuntar al público musulmán con bebidas no alcohólicasconstituye también una estrategia clave aunque sea un objetivomás difícil de alcanzar para compañías cuyos nombres sonsinónimo de cerveza o bebidas blancas.
Heineken le atribuye a su mezcla de bebidas a base de maltacon sabor frutal, populares entre los jóvenes como sustituto dela cerveza, su expansión en el mercado de Oriente Medio y Nortede Africa.
La firma holandesa tiene un 40 por ciento del mercado enEmiratos Arabes Unidos, un 70 por ciento en Líbano y un 90 porciento en Egipto.
Para la cerveza, el mercado del Golfo Arabe es pequeño perorentable, y hay un número limitado de competidores entre sucreciente población de extranjeros.
A medida que en el Golfo se realizan más eventos deportivosy espectáculos -la región ya aparece en el calendario deportivointernacional de la Fórmula Uno, el tenis, el golf y lascarreras de caballos-, los productores de bebidas alcohólicasven más oportunidades para el crecimiento del mercado.
"La visión de muchos estados del Golfo, con una importanciacada vez mayor en el mercado mundial por medio de eventossignificativos, nos abre oportunidades comerciales", dijo Ewingde Diageo.
"Ya hemos comenzado las tratativas con el free-shop deQatar y esperamos tener una buena presencia en el nuevoaeropuerto", agregó Ewing.
Qatar, un pequeño estado del Golfo Arabe rico en gas, fueelegido el año pasado como la sede del Mundial de fútbol 2022 yahora se enfrenta a la pregunta de cómo este país musulmán haráfrente al aluvión de fanáticos, muchos de los cuales estánacostumbrados a beber como parte de la experiencia.
Qatar, además de un aeropuerto, hoteles y otrasinstalaciones nuevas, ha prometido concesiones para el consumode alcohol, incluyendo zonas especiales para fanáticos en tornoa los estadios y licencias que permiten a restaurantes serviralcohol durante los partidos.
TABUES SOCIALES
"Cada país tiene sus propias restricciones (...) nosotrosadherimos a ellas y respetamos las susceptibilidades", dijoEwing de Diageo, sobre el impacto de las restriccionesreligiosas para el alcohol en la región, los que no consideraun obstáculo para hacer negocios.
A pesar de las enérgicas ventas, el tabú religioso y socialvinculado al consumo etílico da lugar a un incómodo equilibrio,en una región donde las infracciones relacionadas con elalcohol terminan en severas medidas legales.
Los periódicos están llenos de noticias de borracheras enpúblico que conducen a condenas en prisión para extranjerosradicados en el país como así también para turistas,particularmente en la glamorosa Dubái, donde los hotelesentretienen a los clientes con sus mejores tragos.
Recientemente, un turista británico de 37 años fue a unaestación de policía para denunciar la pérdida de su pasaporteen un bar de Dubái y terminó arrestado por consumir alcoholilegalmente. Como no era residente y no tenía licencia paraconsumir alcohol, no debería haber estado en el bar,sostuvieron los fiscales.
"Dubái se debate entre la defensa de las leyes islámicas yel tratar de proyectar que la marca EAU quede asociada con laapertura", dijo Marco Blankenburgh, director internacional deKnowledgeworkx, una firma consultora radicada en EAU que seespecializa en asuntos interculturales.
"La ley no siempre es clara pero los extranjeros y turistasdeben recordar que están en un país musulmán", añadió.
(Editado en español por Daniela Desantis)
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