Este artículo se publicó hace 11 años.
Una enorme ikurriña retrasa 20 minutos el chupinazo de los sanfermines
Una bandera vasca colocada frente a la facha del Ayuntamiento de Pamplona provoca el mayor retraso en la historia de la fiesta. Todos los grupos políticos, salvo Bildu, condena el suceso
El Ayuntamiento de Pamplona decidió retrasar este sábado el lanzamiento del tradicional chupinazo que marca el inicio de la fiesta de San Fermín por la colocación de una gran ikurriña sobre la plaza Consistorial, que impedía lanzar el cohete.
La bandera había sido colocada por dos individuos disfrazados con barba y peluca que se habían subido a un tejado de la plaza Consistorial y colgaron la bandera vasca sobre una cuerda.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, explicaba que iban a trabajar para retirar la bandera, y que en cuanto se retirase, se lanzaría el chupinazo que da inicio a los sanfermines. "Vamos a ver cómo se puede resolver el problema y analizaremos seriamente qué ha ocurrido, quién ha colocado esa bandera, pero las sospechas son evidentes", aseguraba.
Tras veinte minutos, la bandera finalmente fue reirada y el cohete que enciende la fiesta popular pamplonesa pudo lanzarse con normalidad. Sin embargo, para la historia quedará este chupinazo de 2013 como el más tardío en la historia de estas conocídisimas fiestas.
Tras el incidente, que sentó muy mal al alcalde a tenor de sus declaraciones en TVE, el Ayuntamiento de Pamplona va a celebrar este mismo sábado una Junta de Portavoces extraordinaria para abordar la situación que se ha generado como consecuencia del retraso en el inicio de los Sanfermines por la colocación de una ikurriña gigante frente a la fachada de la Casa Consistorial.
ReaccionesLa práctica totalidad de los grupos municipales, excepto Bildu, rechazaron su malestar por estos hechos y criticaron lo ocurrido. Una vez iniciadas las fiestas con 20 minutos de retraso y con los Sanfermines discurriendo con normalidad por las calles, los grupos municipales se reunirán en la Casa Consistorial para abordar los hechos. Uno de los más molestos era el alcalde de Pamplona, Enrique Maya: "Se ha intentado torpedear seguramente el momento más importante del año en la ciudad. Es una vergüenza".
"Es el día de Pamplona, de los pamploneses", reivindicó el alcalde de la ciudad, para señalar luego que "ya se ve que esta ciudad no ha recuperado la normalidad". "Pero no van a poder", afirmó.
Tras reconocer que no ha conocido "nunca" lo ocurrido hoy, Maya ha criticado a Bildu. "Nunca nadie sabe nada, es la táctica de Bildu, de los radicales", dijo, para afirmar que "vamos a intentar averiguar cómo ha sido y qué participación ha habido por parte de los que viven ahí".
Uxue Barkos, portavoz de NaBai, señaló que "quienes hemos defendido que la ikurriña debe estar en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona por derecho propio, junto con otros símbolos, no podemos aceptar nunca y es triste que hoy alguien haya colocado una ikurriña para estropear el arranque de los Sanfermines". Según dijo, lo ocurrido es "doblemente sentido por quienes nos sentimos identificados con ese símbolo pero no con esa manera de imponer las cosas". "Lo pasado pasado está", concluyó la diputada.
Por su parte, el concejal encargado de lanzar el chupinazo, el socialista Eduardo Vall, manifestó que "no ha nacido persona en este mundo capaz de romper la fiesta". El edil socialista calificó el incidente de "patochada y de falta de respeto institucional y falta de respeto a la propia bandera". "Espero que la ciudadanía pide responsabiidades a quien las tiene", añadió.
Uxue Barkos: "Quienes hemos defendido que la ikurriña debe estar en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona por derecho propio, junto con otros símbolos, no podemos aceptar nunca esto"
La portavoz de Bildu, Eva Aranguren manifeso que su grupo no tiene "nada que ver" con lo ocurrido en el chupinazo. "Nos hemos enterado del hecho de la ikurriña al mismo tiempo que el resto de concejales", dijo, para indicar que "se nos ha acusado de algo en lo que no tenemos nada que ver". Tras señalar que ella llevaba su reivindicación en la muñeca, Aranguren indicó que el tamaño y la ubicación de la ikurriña "excede lo que debería ser una presencia normal de la ikurriña pero como no se da esa normalidad se buscan este tipo de soluciones". "Soy partidaria de una normalidad, en la que trataremos de trabajar", dijo.
Por parte del PP navarro, Pepe Núñez señaló que lo ocurrido "se reduce a una falta de respeto enorme porque hablamos de una bandera de una Comunidad distinta a la nuestra y por tanto es un efecto contrario y una ofensa a los navarros y a todos los pamploneses". El representante de los conservadores que el alcalde "tenga la buena idea de que ya que nos han retrasado unos minutos nos los dé luego y retrase esos minutos el Pobre de Mí". "San Fermín tiene sus tiempos y eso no se puede perder", pidió.
Ana Barrena, concejala de Aralar, indicó que "la valoración positiva no puede ser, indudablemente por todo lo que ha pasado, pero lo que peor hemos vivido ha sido la situación adentro con las acusaciones del alcalde directamente y del grupo del Gobierno que nos han dicho que no tenemos vergüenza cuando no teníamos ni idea de lo que iba a pasar ha sido algo popular o a nivel personal que se ha hecho y ya está". Si bien dijo que lo ocurrido hoy ha sido "un poco penoso", manifestó que con la ikurriña "hay un proceso ahí que se equivocaron y que se está tomando la represión con ella, si estuviera legalizada y se pudiera poner no pasaría nada".
"Hace años salía la ikurriña en Sanfermines y no pasaba nada, vamos retrasando y se crea conflicto siempre pudiéndolo evitar", dijo. Edurne Eguino, de Izquierda-Ezkerra, defendió que hay que reivindicar desde la "imaginación" y desde el "respeto más absoluto". "Quien sienta cualquier bandera en su corazón, la puede exhibir allí donde quiera y donde la sienta más suya, pero lo que ha pasado hoy se extralimita".
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