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Para Enrique Vila Matas, "antes se aprende a morir que a escribir"

EFE

Enrique Vila-Matas no conoce nada más atractivo que el oficio de escritor, aunque sabe por experiencia propia que "le obliga a uno a jugarse la vida" y que "antes se aprende a morir que a escribir", como refleja el libro "El viento ligero en Parma" que el autor ha presentado hoy.

Publicado por la editorial mexicana Sexto Piso, el libro llega ahora a España y reúne una serie de artículos publicados en países como Francia, Italia, México, España y Argentina, y que el escritor barcelonés ha definido hoy como "el canon vilamatiano".

Escritores como Roberto Bolaño, Sergio Pitol, Gombrowicz, Beckett y Pessoa, y pintores como Barceló o Vicente Rojo desfilan por las páginas de esta obra, en la que Vila-Matas habla también de los autores que le han influido en su trayectoria, aunque, como decía hoy, "las influencias se van dejando atrás con el paso del tiempo".

"Actualmente, la mayor influencia que tengo soy yo mismo, y cada nuevo libro es un intento de separarme de lo que había hecho anteriormente", ha asegurado en un encuentro con la prensa este escritor que ha merecido premios como el Ciudad de Barcelona, el Herralde de Novela, el Rómulo Gallegos, el Internazionale Ennio Flaiano, el de la Real Academia Española o el Premio Letterario Elsa Morante.

Dotado de un fino sentido del humor, Vila-Matas (Barcelona, 1948) contaba que cuando se le pregunta por qué se hizo escritor, suele dar tantas respuestas como días tiene el año, y una de las más frecuentes es que decidió dedicarse a la literatura tras ver la película "La noche", de Antonioni, en la que Marcelo Mastroianni hacía de escritor y aparecía casado nada menos que con Jeanne Moreau.

Las dos cosas las deseaba el joven Vila-Matas y ambas eran difíciles, como reconoce el autor en el artículo "Escribir es dejar de ser escritor", "uno de los más difundidos en Internet" y en el que cuenta el origen de su vocación literaria.

El título de ese artículo, que Vila-Matas publicó en una revista francesa, es sugerente, pero el autor explicaba hoy que, en realidad, "es una mala traducción" del que él puso, pero lo cierto es que le gusta.

"Plantearse escribir es adentrarse en un espacio peligroso, porque se entra en un oscuro túnel sin final, porque jamás se llega a la satisfacción plena, nuca se llega a escribir la obra perfecta o genial, y eso produce la más grande de las desazones. Escribir es hacerse pasar por otro y es dejar de ser escritor", afirma Vila-Matas en ese artículo que tanto gusta a los internautas.

En más de una ocasión, Vila-Matas ha dicho que la literatura "no debe aliarse jamás con el poder" y hoy insistía en ello. Él no vive "desligado de la situación política", pero cree que el escritor debe ser independiente del poder, "y más en los tiempos que corren".

A la "elite pensante" no se le suele hacer caso, ni "interesa saber lo que piensa ni lo que puede enseñar", y eso sucede en España y en cualquier otra parte del mundo, sostenía.

Este escritor que defiende la experimentación como "la marca de la gran literatura" tiene entre manos una nueva novela, "de una complejidad tan grande" que prefiere no hablar de ella.

Y tiene también intención de "publicar pronto" su diario personal, que lo ha escrito "en los últimos tres años y que es posible que aparezca a finales de 2008".

Ese diario comenzó a escribirlo hace 120 semanas y, más que de su vida cotidiana, habla de literatura, de cine y de las cosas que le interesan.

Vila-Matas critica con dureza a los escritores que sólo buscan el éxito con sus libros y que son "emisarios de la nada"· "Pronto se dirá que un libro 'es literario' y sonará menosprecio", señalaba hoy el autor de "Bartleby y compañía", "El mal de Montano" o "Doctor Pasavento".

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