Este artículo se publicó hace 15 años.
Entregan pruebas de vida de dos rehenes de las FARC y prometen más en unos días
La congresista opositora colombiana Piedad Córdoba dio a conocer ayer pruebas de vida de dos de los más recientes secuestrados por las FARC y prometió que en los próximos días llegarán más, correspondientes a otros militares y policías considerados "canjeables" por la guerrilla.
En un vídeo de casi 15 minutos, al parecer grabado en julio pasado y entregado por Córdoba a los familiares de los dos secuestrados y a los medios, el mayor de la Policía Guillermo Javier Solórzano y el cabo del Ejército Salín Antonio Sanmiguel Valderrama aparecen en buen estado de salud y con buen ánimo.
Los dos están incluidos en la lista de 23 policías y militares (el Gobierno y Córdoba manejan la cifra de 24) que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pretenden canjear por medio millar de guerrilleros presos.
"Estoy bien anímicamente. Sigo fuerte y tengo esperanza en una pronta libertad", les dice a sus familiares Sanmiguel, secuestrado el 23 de mayo de 2008 en el departamento del Tolima (centro).
Además, pide a su madre y a todas las madres de los secuestrados que "intenten no llorar" en los mensajes que les mandan por radio y que ellos escuchan en la selva, porque eso "duele mucho en el corazón".
Su mamá, Olga Valderrama, aseguró desde la casa de la senadora Córdoba en el centro de Bogotá, donde fueron difundidas las pruebas de vida, que está "feliz y con energía" porque vio bien a su hijo y con buena salud.
"El secuestro produce dolor y sufrimiento. Es mi familia la que está padeciendo", indica por su parte Solórzano, de padre ecuatoriano y rehén desde el 4 de junio de 2007, cuando fue secuestrado en el suroeste de Colombia.
"Está el milagro del acuerdo humanitario, por eso aquí, en esta selva, reclamo a todos aquellos que tienen en su poder las decisiones para que nosotros podamos regresar a la vida que hagan algo por nosotros, que nos ayuden, que se den cuenta que nosotros aquí estamos padeciendo", añade en su mensaje.
También dice que está "pendiente" del posible acercamiento con Ecuador, país que rompió relaciones con Colombia en marzo de 2008, planteado en los últimos días por el presidente Álvaro Uribe.
Desde la ciudad caribeña de Cartagena (norte), la madre del policía, Nohemí Julio, comentó que lo vio "bien de salud" en el vídeo y su padre, Guillermo Solórzano, expresó su orgullo por el "temple" mostrado por su hijo.
"Como el papá es ecuatoriano, estamos luchando también por ese medio, a ver qué conseguimos por allá", explicó la madre de Solórzano.
"Allá en Quito yo hablé con altos mandos del presidente (Rafael) Correa. Me atendieron muy bien, me ofrecieron mucha ayuda", añadió el padre del rehén.
La senadora Córdoba prometió en Bogotá que "en próximos días llegarán más pruebas" de otros policías y militares de la lista de canjeables e insistió en que hoy solo se pudieron dar a conocer dos porque "hay mucha dificultad para entregarlas".
"Seguimos trabajando, luchando", enfatizó la legisladora, que ha sido mediadora en las doce liberaciones unilaterales que han hecho las FARC desde comienzos de 2008.
Sobre las liberaciones del cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado hace casi doce años, y del soldado Josué Daniel Calvo, Córdoba reiteró que no hay avances y que "de la única cosa que depende su entrega es del Gobierno".
Los rebeldes han expresado su disposición a poner en libertad a esos dos militares y a entregar el cadáver de un capitán de la policía que murió cuando estaba cautivo.
El mandatario colombiano, Álvaro Uribe, autorizó el pasado 8 de julio a Córdoba a participar en esas liberaciones, pero con la condición de que las FARC entreguen a todos los policías y militares que tienen en su poder, así como los restos de tres hombres que murieron en cautiverio.
La senadora ha pedido tener una reunión con Uribe para definir cómo proceder para que se hagan realidad esas liberaciones anunciadas, pero ese encuentro aún no se ha producido.
Córdoba adelantó ayer a los periodistas que mañana pedirá una reunión con el presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Rubén Salazar, para concertar un encuentro con el Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, que permita avanzar hacia nuevas liberaciones.
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