Este artículo se publicó hace 17 años.
La entrevista Bush-Erdogan despierta grandes expectativas en Turquía
En medio de una gran expectación, la población turca está atenta al resultado de la entrevista entre su primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente de EEUU, George Bush, hoy en Washington.
La cita se considera clave para el ulterior desarrollo de la grave crisis desatada por la amenaza del Ejército turco de efectuar una incursión masiva en el norte de Irak para combatir allí a la guerrilla del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En declaraciones previas al encuentro, el jefe de Gobierno afirmó tener "sensaciones positivas" y manifestó su deseo de que tras la reunión pueda ofrecer un comunicado que "satisfaga" a los turcos.
Erdogan se mostró también "satisfecho" con los resultados de la cumbre de Países Vecinos de Irak celebrada el 2 y 3 de noviembre, así como de los contactos diplomáticos con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, que participó en el foro.
"Hubo desarrollos positivos, tuvimos encuentros positivos", dijo el primer ministro turco.
Según un informe del Ministerio del Interior, revelado hoy por el diario "Milliyet", en 35 campamentos del norte iraquí hay entre 2.650 y 2.900 combatientes del PKK, un grupo catalogado como organización terrorista por Ankara, EEUU y la Unión Europea (UE).
No obstante, los observadores de la región aseguran que la mayoría de los rebeldes kurdos han huido hacia Irán, para escapar del posible ataque militar turco.
La opinión pública en Turquía ha presionado duramente a favor de una operación transfronteriza para acabar con los atentados del PKK y en especial desde el ataque del pasado 21 de octubre en Daglica, donde murieron 12 soldados turcos y otros 8 fueron capturados.
Desde entonces, el Ejército ha desplegado unos 150.000 soldados en la frontera con Irak, mientras las operaciones militares en el sudeste de Turquía continuaban hoy.
La liberación ayer de los 8 soldados turcos y las informaciones sobre las medidas tomadas por la Administración kurdo-iraquí contra el grupo armado han reforzado los argumentos de que la operación militar podría ser sustituida por ataques aéreos limitados.
Satisfecho por la puesta en libertad de los soldados, Erdogan agradeció ayer el esfuerzo de los gobiernos de Bagdad y Washington.
Serdar Akinan, editor jefe de la cadena Sky Türk, aventuró hoy que el encuentro Bush-Erdogan no aportará resultados concretos ya que los intereses de ambos países en Irak son diferentes, pero que probablemente servirá para evitar una operación militar.
Los Estados Unidos están dispuestos a aceptar "cualquier cosa, excepto una operación militar", afirma hoy el corresponsal en Washington del diario turco "Aksam", mientras que "Radikal" citó a un militar estadounidense diciendo: "debemos rezar para que nieve".
Las condiciones meteorológicas del invierno dificultan el paso por la montañosa región fronteriza entre Turquía e Irak, algo que Washington espera que sirva para imposibilitar la acción militar.
El analista Cengiz Candar explicó a "Aksam" que Bush podría dar "luz verde" a operaciones militares limitadas, pedir tiempo para que EEUU solucione el problema de la presencia del PKK por sus propios medios o amenazar a Turquía contra una eventual incursión en Irak.
A pesar de las manifestaciones populares a favor de la solución militar al problema del PKK, hay importantes voces contrarias a la opción armada.
Tarhan Erdem, un experimentado analista, ha instado a comenzar a buscar una solución al problema de la minoría kurda reconociendo a esos ciudadanos todos sus derechos, incluido el de poder vivir en Turquía su propia "identidad, lenguaje y cultura".
La opinión pública considera que lo mejor que Erdogan podría conseguir de Washington es una operación militar conjunta contra el PKK, pero según los analistas esta opción no parece factible.
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