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El enviado especial de la ONU en Rangún para preparar la visita de Ban Ki-moon

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El enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, llegó hoy a Rangún, la antigua capital de Birmania (Myanmar), para concertar una visita del secretario general, Ban Ki-moon, mientras la líder opositora, Aung San Suu Kyi, permanece en prisión donde está siendo juzgada.

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La visita de Gambari, la octava desde que hace tres años asumió la misión de conseguir que la Junta Militar y la oposición emprendan un diálogo político, se produce varios meses después de que el régimen birmano invitara a Ban a visitar el país en julio.

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"Gambari intentará allanar el camino a una visita del secretario general de la ONU", indicaron fuentes diplomáticas europeas.

Ban, quien ya estuvo en Birmania en mayo del pasado año cuando el Gobierno bloqueó la entrada de la ayuda humanitaria internacional destinada a los damnificados por el ciclón Nargis, tiene previsto viajar a Japón el próximo 30 de junio para una visita de tres días.

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Sin embargo, su itinerario posterior está sin decidir y la portavoz de la ONU, Michelle Montas, indicó que hay "posibilidad" de que visite por segunda vez el país.

Durante las últimas semanas, Human Rights Watch y otros grupos internacionales comprometidos con la defensa de los derechos humanos han advertido que será inoportuno un viaje a Birmania del secretario general sin que la Junta Militar haya dado señales de que va a poner en libertad a los presos políticos.

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Con motivo de la visita realizada por Gambari el pasado febrero, Suu Kyi afirmó que Ban no debía pasar por Birmania hasta que el Gobierno libere a la totalidad de los opositores y disidentes encarcelados, cerca 2.200 según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos.

Así se lo expusieron a Gambari, Suu Kyi y destacados dirigentes del partido opositor Liga Nacional para la Democracia (LND), en cuyas filas hay también quienes sostienen que una visita del máximo responsable de la ONU puede influir en el fallo del juicio al que la Nobel de la Paz está siendo sometida.

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Suu Kyi fue ingresada en prisión el pasado mayo y acusada de incumplir los términos del arresto domiciliario, después de que el estadounidense John Michael Yettaw consiguiera entrar en la residencia de la líder opositora burlando las medidas de seguridad.

La jefa de la LND, de 64 años, cumplía desde 2003 la pena de arresto domiciliario impuesta por las autoridades, y de ser declarada culpable, puede ser condenada hasta a cinco años de cárcel y no podrá concurrir a las elecciones parlamentarias que se celebrarán en 2010.

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El juicio a Suu Kyi ha sido tildado de "farsa" por el secretario general de la ONU y un amplio abanico de líderes mundiales.

La llegada del representante especial de la ONU a Rangún, la principal ciudad del país, tuvo lugar el mismo día que estaba prevista la reanudación del juicio a Suu Kyi, que el tribunal ha aplazado hasta el próximo 3 de julio.

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Durante sus dos días de estancia, está previsto que Gambari se entreviste con el ministro birmano de Asuntos Exteriores, general Nyan Win, y otros destacados miembros de la Junta Militar en Naypydaw, la nueva capital y a unos 400 kilómetros al norte de Rangún, indicaron fuentes oficiales birmanas.

También Gambari planea reunirse con el ministro de Trabajo, general Aung Kyi, designado en octubre de 2007 de enlace de la Junta Militar con la LND y Suu Kyi, confinada en la cárcel de máxima seguridad de Insein, a las afueras de Rangún.

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La opositora birmana ha pasado más de 13 años de los últimos 20 bajo arresto domiciliario en su casa familiar de Rangún, que habita solo con dos personas de compañía, desde que fue detenida por primera vez en 1989, después de asumir el liderazgo de la LND.

Concluida su visita, el diplomático nigeriano viajará a Japón para informar al secretario general de la ONU del resultado de sus gestiones con la Junta Militar.

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Birmania es una dictadura militar desde 1962 y no celebra elecciones desde la aplastante victoria de la LND en las urnas, en 1990, que nunca fue reconocida por el régimen militar.

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