Como en la época de Senna

Fue como encontrarse a Maria Teresa Campos vestida con el mono de Fernando Alonso. Ayer, muy temprano por la mañana, los brasileños se desayunaron con una divertida entrevista en directo a Felipe Massa, quien desde el centro de la bulliciosa Sao Paulo, respondía a las preguntas de Ana María Braga, la presentadora del programa Mais Vocé, que se emite todas las mañanas por la cadena TV Globo. La historia no hubiese ido más allá si la señora de unos 50 años largos no hubiese estado vestida con el mono oficial de Ferrari, el mismo que usarán Massa y Raikkonen este fin de semana en Interlagos, cuando se suban a sus F2008 para desafiar a Hamilton.

La vestimenta de la presentadora es sólo una muestra de cómo se están tomando los brasileños este cierre de campeonato. Aunque no llegan a las cotas alcanzadas en las épocas del recordado Ayrton Senna, están muy encendidos con tan apretado final del mundial. Dando una vuelta por las calles de Sao Paulo, cualquiera puede darse cuenta de que se han volcado con Felipe Massa como nunca, algo que no habían hecho desde la época en que el legendario Senna consiguió su último campeonato, hace ya 15 años. Esto se nota en los medios desplegados en Interlagos y en el apoyo de la gente, que lleva en su cabeza cualquier tipo de gorra del cavallino rampante, aunque sea, en muchas ocasiones, una burda imitación fabricada en China. Las entradas están agotadas y el ambiente de olla a presión se piensa que será total para Hamilton, que vuelve al sitio donde el año pasado perdió su primer mundial.

Pero fue en la sala de prensa de la pista de Interlagos donde ayer comenzó, de hecho, la batalla final. Son muy pocos los que ven a Massa como campeón el próximo domingo. Los siete puntos de ventaja de Hamilton parecen muchos, pero el brasileño de Ferrari conserva sus esperanzas: "Estoy muy motivado y sé que los fans saben que es una misión muy difícil, pero lo vamos a intentar. A todos los sitios públicos que voy la gente se acerca y me da fuerzas. Todo esto me hace muy feliz, es un sentimiento único".

Las probabilidades de Massa para lograr el campeonato pasan por un desastre de Hamilton. El británico, que estuvo también presente en la rueda de prensa conjunta de la FIA, volvió a sacar el cassette con la grabación de siempre: "Para mí, este es como cualquier otra carrera, y me la tomo como otras que he corrido en el pasado. Todos daremos el máximo para lograr nuestros objetivos", apuntó sin inmutarse. Desde uno de los extremos de la mesa, Nelson Piquet, brasileño de Renault, avisó: "Nada es imposible". Y otro paisano, Barrichello (Honda), remató: "Habría que recordar a mucha parte de la prensa, especialmente italiana, que después de tres carreras lo querían reemplazar porque no había sumado puntos". Aunque las matemáticas sean su mayor enemigo, Felipe correrá más arropado que nunca.