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Errores de dosis son comunes con tazas para medir medicina

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Por Anne Harding

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A menudo, los padres cometenerrores al usar una taza de dosificación para medir losremedios líquidos que reciben sus hijos, indicó un nuevoestudio.

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La mitad de los participantes acertó con la dosis al usaruna taza con marcas grabadas y el 30 por ciento lo hizo con unataza con marcas impresas, según el equipo de la doctora H.Shonna Yin, de la Escuela de Medicina de la New YorkUniversity.

Pero cuando los padres usaron un cuentagotas, una cucharade dosificación o una jeringa oral, acertaron en el 85 porciento de las dosis.

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"Las tazas pueden confundir por varios motivos", dijo Yin aReuters Health. "Por ejemplo, (...) pueden incluir marcas paracucharas chicas y grandes, lo que puede desconcertar porque susabreviaciones son muy parecidas", señaló.

Los errores de dosis son la causa más común de los efectosadversos previsibles de los fármacos pediátricos, resumió elequipo en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

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Y aunque esos errores son frecuentes, existen pocosestudios sobre los factores que mejorarían la precisión de lasdosis.

El equipo pidió a 302 padres que habían concurrido a laclínica pediátrica de un hospital público que midieran unadosis de 5 mililitros o de una cucharada pequeña de medicinalíquida con uno de seis instrumentos de dosificacióndistintos.

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Además, los autores evaluaron la educación en salud quetenían los padres, o su capacidad para comprender y actuar conesa información, al mostrarles una etiqueta nutricional yhacerles varias preguntas.

Los participantes que usaron la taza impresa fueron 27veces más propensos a cometer un error en la dosis que los queusaron una jeringa oral y las marcas grabadas estuvieronasociadas con un riesgo 11 veces mayor de cometer un error.

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Los errores más graves fueron seis o siete veces máscomunes con las tazas que con la jeringa.

Tener poca educación en salud también aumentó el riesgo decometer un error.

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La mayoría de los errores cometidos consistieron ensobredosis, dijo Yin, aunque es poco probable que esa fallacause daños graves a sus hijos.

"Pueden tener efectos leves, como náuseas, dolor estomacalo mareos", precisó.

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Aun así, "no deberíamos aceptar que es inevitable que lospadres se equivoquen con las dosis de los remedios que les dana sus hijos pequeños".

Uno de cada cuatro padres en Estados Unidos cuenta con pocaeducación en salud, dijo Yin. Una solución para los errores enlas dosis sería mejorar la información en la población y "unenfoque mejor sería tratar de dar indicaciones más sencillas decumplir".

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La Administración de Alimentos y Medicamentos de EstadosUnidos (FDA por su sigla en inglés) está elaborando guíasfarmacológicas para mejorar la precisión de los dispositivos dedosificación.

FUENTE: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine,febrero del 2010.

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