Este artículo se publicó hace 17 años.
Los escándalos salpican la gran cita de los ocho maestros
El suizo Roger Federer tiene asegurado finalizar por cuarto año consecutivo como número uno del mundo y es el gran favorito para alzarse de nuevo con la Copa Masters, a partir de mañana en Shanghai, pero todas sus hazañas y su gran rivalidad con el español Rafael Nadal pueden quedar oscurecidas por los últimos escándalos que salpican el circuito.
Las sospechas y rumores sobre amaño de partidos en los torneos o ATP tienen cada vez mayor fundamento, y no hay día que no salga un nombre nuevo a la palestra, bien como acusado o como "contactado" por las organizaciones que quieren sacar un beneficio adicional de los partidos de tenis, en forma de apuesta.
A todo esto, el alemán Tommy Haas ha decidido someterse a controles médicos para determinar si fue envenenado durante la semifinal de Copa Davis contra Rusia en septiembre, después de que su compatriota Alexander Waske denunciara este hecho.
Haas se vio obligado a renunciar a su partido contra el ruso Mijail Youzhny debido a un virus estomacal y Rusia ganó los dos partidos individuales de la última jornada el 23 de septiembre, en aquella confrontación que al final cayó de su lado por 3-2 para alcanzar la última ronda contra Estados Unidos.
Pero el problema más grave continúa siendo el de las sospechas sobre jugadores que podrían haber aceptado perder sus partidos para convulsionar las apuestas por internet. Un problema que surgió con el ruso Nikolay Davydenko, cuando la compañía Betfair descubrió que importantes sumas de dinero se movieron en torno a su partido contra el argentino Martín Vasallo Argüello (87 del mundo) en la tercera ronda de un torneo en Polonia en agosto, que acabó con retirada del ruso.
Davydenko además, ha sido sancionado con 2.000 euros, por la ATP por falta de combatividad en su derrota por 1-6, 7-5 y 6-1 contra el croata Marin Cilic en San Petersburgo. A esto se unió la advertencia del juez de silla durante el reciente Masters Series de París, cuando cometió diez dobles faltas contra el chipriota Marcos Baghdatis. Entonces, el ruso adujo sus problemas en el codo para justificar su bajo rendimiento al saque.
Rápidamente, el británico Andy Murray puso el dedo en la llaga. "Todo el mundo sabe que esto sucede", dijo a la BBC, para luego retraerse un tanto en Madrid y decir que sus afirmaciones se habían sacado de contexto.
Mientras, los nombres de jugadores que han sido "contactados" por posibles apostadores se han ido sucediendo: el belga Gilles Elseneer, el francés Arnaud Clement y el checo Jan Hernych. El primero de ellos señaló que le habían ofrecido 100.000 dólares por perder con el italiano Potito Starace en la primera ronda de Wimbledon en 2005.
A esta última lista se suma el italiano Alessio di Mauro, 124 del mundo, a quien la Federación Italiana de Tenis (FIT) está investigando, por apostar en partidos de tenis, aunque nunca en los que estaba implicado y en los torneos en los que participaba, después de que su entrenador, Fabio Rizzo, apuntara en declaraciones a la Gazzetta dello Sport que Di Mauro es un jugador de apuestas ''on line'' y que eventualmente lo hace en el tenis.
Di Mauro podría ser sancionado por la ATP con 100.000 dólares y tres años de suspensión, si se le encuentra culpable. Mientras, la Federación Iternacional investiga 140 partidos, presuntamente manipulados, 17 de ellos del Grand Slam, y en total 165 tenistas (11 mujeres y 154 hombres) podían estar involucrados.
Pero quizás lo que más ha escandalizado al mundo del tenis fueron las declaraciones de un "jugador en activo" sin identificar quien esta semana aseguró que hay colegas en el circuito que apuestan en las propias salas de jugadores de los torneos, y están implicados en el proceso de amañar partidos y cuya sapiencia es mayor sobre la mesa o al ordenador, que sobre una pista de tenis. "aquellos que lo hacen son más profesionales que cuando juegan al tenis por ellos mismos", dijo.
Ante esta avalancha de rumores, sospechas y escándalos, los ocho mejores jugadores del mundo esperan el inicio de la Copa Masters este domingo. Federer y Nadal parten como los dos primeros favoritos, pero la semana se presentará tormentosa, puesto que la Federación Internacional de Tenis, junto con la ATP y la WTA tienen que proseguir sus investigaciones y tomar alguna decisión al respecto sobre estos asuntos.
Federer, ganador de su séptimo título del año en Basilea hace dos semanas, triunfador en tres Grand Slams esta temporada; Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de EE.UU, con un total de 12 en su carrera, a dos del récord del estadounidense Pete Sampras, es el favorito, al menos para llegar a las semifinales, pues sus rivales del Grupo Rojo, Andy Roddick, Davydenko y el chileno Fernando González, todos juntos, no han ganado nada más que un partido al fenómeno suizo, que ha vencido en 34.
Queda por comprobar como se encuentra Roddick de su lesión en la rodilla, pues en esta pista el estadounidense puede hacer daño al número uno del mundo, ante el que dispuso de tres bolas de partido el pasado año.
Rafael Nadal, asegurado su puesto número dos en la lista, debe llegar también a las semifinales, aunque en su grupo figuran jugadores como el serbio Novak Djokovic y su compatriota David Ferrer que le han vencido en el último encuentro. Nadal, precisamente debuta mañana domingo contra el francés Richard Gasquet.
Son ocho los maestros que se reunirán en el fabuloso estadio Qi Zhong de Shanghai, ante 15.000 espectadores, con tres millones de euros (4,5 millones de dólares) en premios, pero el verdadero "Maestro", el argentino David Nalbandian, permanece en casa.
Ganador de los dos últimos Masters Series, Madrid y París-Bercy, derrotando en ambos al número uno y dos del mundo, Nalbandian tan solo había logrado la novena posición mundial este lunes, y por tanto podía viajar a Shanghai, únicamente en calidad de reserva.
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