Este artículo se publicó hace 16 años.
El escritor Javier Marías cree que "sería divertido que en la Academia hubiera pupitres y no sillones"
El escritor Javier Marías ingresa este domingo en la Real Academia Española, pero desconoce aún cuál será su labor en esta institución, y, "por no saber", no sabe siquiera "si realmente hay sillones o una especie de tabla redonda, o si hay pupitres, como si fuera un colegio".
"Yo confío en que haya pupitres, porque sería realmente divertido", afirma Marías en la entrevista que concede a EFE con motivo de su inminente incorporación a la Academia.
Considerado uno de los novelistas españoles más importantes, Marías es consciente de que, en la RAE, "los filólogos y lingüistas son los más necesarios y los que realmente deben tener la última palabra, o la penúltima por lo menos".
Pero, como escritor, él espera poder aportar esa "percepción de la lengua más heterodoxa y más libre" que tienen los novelistas y poetas, "lo cual está bien porque la lengua es algo cambiante y no puede estar anquilosada, inmóvil".
Marías imagina que, "de vez en cuando", los llamados creadores podrán incorporar al Diccionario "cosas que sean algo heterodoxas".
De entrada, esta misma semana estuvo en la Academia para "ensayar" la ceremonia de ingreso del domingo, y en un momento dado Marías preguntó que por dónde tenía que acceder "el ingresante", una palabra que fue bien acogida por quienes le rodeaban, aunque "en principio es inexistente".
"Los escritores tenemos una mayor costumbre de forzar la lengua, de hablar a veces con menos propiedad que los filólogos, pero quizá con más atrevimiento", afirma el autor de "Mañana en la batalla piensa en mí".
Aunque su padre, el filósofo Julián Marías, perteneció durante más de 40 años a la Academia, el escritor comenta que "no contaba mucho de esta institución", salvo lo relacionado con las candidaturas que se presentaban.
Más de una vez su padre "se llevó alguna rabieta cuando salía elegido alguien que no tenía méritos suficientes", como sucedió cuando Carmen Conde y Rosa Chacel compitieron por una plaza y resultó elegida la primera.
"Recuerdo que mi padre decía que Chacel era infinitamente superior como escritora, y se llevó un berrinche", señala Javier Marías, para quien "es un poco llamativo" que actualmente sólo haya tres mujeres en la Real Academia Española.
Cuando él se sienta "integrado en la Academia", quizá proponga a alguna mujer, aunque no cree que se deban "forzar las cosas".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.