Este artículo se publicó hace 17 años.
La escritora Najat El Hachmi cree que "el poder femenino es el que legitima al patriarca"

La escritora Najat El Hachmi ha señalado que el patriarca es una figura que sin un entorno de mujeres que lo protejan y lo animen deja de poder actuar de forma despótica y violenta, y ha acusado al "poder femenino" de ser el que lo "legitima".
Najat El Hachmi presenta hoy en el Gran Teatre del Liceu "L'últim patriarca" (El último patriarca), la novela con la que ha ganado el Premio de las Letras Catalanas Ramon Llull 2008, el más importante en catalán, en un acto que contará con la presencia del presidente del Gobierno de Andorra, Albert Pintat; y el del Grupo Planeta, José Manuel Lara, que otorgan el galardón.
Najat El Hachmi relata en "L'últim patriarca" el choque generacional en una familia marroquí emigrada a una capital de comarcas catalana, así como la historia de la rebelión de una adolescente contra el orden patriarcal establecido y de sus esfuerzos para comprender cómo su padre se ha convertido en una figura autoritaria e incoherente.
"Es un título y un deseo, que el personaje protagonista, el patriarca déspota, sea el último legitimado por el poder femenino", explica la autora catalana nacida en Nador (Marruecos) y emigrada a Cataluña en la infancia, que reconoce el carácter autobiográfico de esta novela, pero puntualiza que se refiere "a las anécdotas y a las emociones, no al argumento ni a los hechos".
La narradora defiende que ha usado su herencia cultural magrebí "como recurso literario, para amplificar las diferencias generacionales" en la novela, por lo que no se trata de un retrato de la inmigración marroquí, sino de las contradicciones internas de cualquier familia.
Técnica de acogida de inmigrantes, en año sabático, El Hachmi denuncia los prejuicios hacia la inmigración cuando se trata de la violencia contra la mujer y señala que "tenía amigas -no emigradas- en el instituto con situaciones parecidas a las de la novela" en sus familias.
Aunque cree que las maneras de actuar de patriarcas como el que protagoniza la novela ya no son aceptadas, la escritora, madre de un niño, lamenta "ver cómo muchas madres están haciendo a sus hijos el peor de los favores cuando les educan como señores que deben tener criada".
"Cuando tienes un hijo, maduras y dejas de mirarte el ombligo. Entonces puedes reformular la relación que has tenido con tus padres", apunta Najat El Hachmi, que considera la relación familiar actual "demasiado laxa".
La narradora reivindica el choque entre generaciones que centra su novela y reclama más espacio para que se produzca la rebelión contra el orden establecido.
"Yo he vivido en un lugar donde la magia está bastante presente", argumenta Najab El Hachmi para justificar el realismo mágico de su novela, en la que también se reconoce la influencia de la literatura latinoamericana y del Nobel egipcio Naguib Mahfuz, que se cuentan entre sus preferencias como lectora.
A su juicio, "L'últim patriarca" pone de manifiesto sus referentes literarios, desde la presencia de la rica tradición oral en su entorno familiar de su infancia en Nador a las lecturas en la biblioteca del instituto de Vic (Pedrolo, Mercè Rodoreda, Pere Calders o Quim Monzó).
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