Este artículo se publicó hace 15 años.
Escritores en el Salón del Libro de Gijón valoran la fuerza inspiradora del "misterio" del mar
Los escritores españoles José Manuel Fajardo e Iñigo Echenique, el argentino Eduardo Belgrano Rawson y el boliviano Yuri Soria-Galvarro (Bolivia) han valorado hoy, en el Salón Internacional del Libro Iberoamericano, la fuerza del misterio del mar como fuente de inspiración artística.
Estos autores han coincidido en destacar la influencia que ha tenido desde "tiempos inmemoriales" el mar como un "territorio mágico y misterioso" en la literatura y han recordado las referencias marinas de algunas obras maestras como "La Odisea" o "Las mil y una noches".
El granadino afincado en París Jose Manuel Fajardo ha dicho que "el mar es el fondo de muchos de los mitos referenciales de la cultura" y "su historias son en cierto modo la base mítica de la historia de la literatura".
El periodista y autor de novelas ambientadas en el mar como "Carta del fin del mundo" (1996), "El converso" (1998), o "Una belleza convulsa" (2001), esta relación no es fruto de la casualidad "ya que el mar es el líquido amniótico del que surgió la vida.
"El mar marca al hombre los límites terrestres, convirtiéndose en el espejo en el que nos miramos, en el territorio de nuestros sueños y en el patio de nuestras pesadillas", ha añadido Fajardo.
El argentino Eduardo Belgrano Rawson ha expresado "la fascinación por el mar" que se le ha despertado desde su convicción de "hombre de tierra adentro" y por la similitud lineal de los horizontes de la pampa y del océano.
El autor de "El náufrago de las estrellas" (Premio del Club de los XIII) ha admitido que los argentinos viven "de espaldas al mar" porque las costas del país están bañadas por "los peores océanos".
Belgrano Rawson ha dicho que el mar argentino es un "territorio antipático" que obliga al respeto y admiración por los marineros que se lanzan a la aventura de surcarlo y como consecuencia literaria de esto surge la fascinación por los relatos de aventuras.
El escritor ha destacado la hostilidad del mar en el Cabo de Hornos, al que definió como "un verdadero cementerio de barcos", y ha considerado que la inmensidad marina "es un territorio fértil para los escritores".
El ingeniero naval gallego Íñigo Echenique, que presenta su primera novela "Las desventuras de Jonás Plum", ha asegurado estar enamorado de los océanos y "de los libros de ensayo y viajes", porque "no hay mayor fuente de inspiración literaria que el mar".
Echenique ha lamentado que sólo sean "los escritores anglosajones los que presten atención a los grandes navegantes españoles que viven en la trastienda de la historia".
El Salón Internacional del Libro Iberoamericano, que se inauguró ayer, dedica esta décimo segunda edición a la relación entre el mar y la literatura.
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