Este artículo se publicó hace 15 años.
Las esculturas al aire libre de Juan Ripollés llegan al Retiro
Las esculturas de gran formato del castellonense Juan Ripollés llegan a Madrid, al Parque de El Retiro, después de visitar varias ciudades españolas con la exposición al aire libre titulada "Universo Urbano".
Patrocinada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo y la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, la muestra está formada por catorce obras de bronce y seis en fibra de vidrio recubiertas de cristal de Murano. Estas piezas se han mostrado además de en Palma de Mallorca, Valencia, Córdoba y Sevilla, en Verona y Venecia (Italia) y Hertohembosch (Holanda).
Artista autodidacta, fiel a una indumentaria estrafalaria, Ripollés ha recorrido un camino que le ha llevado desde recoger estiércol, papeles o basura y trabajar como pintor de brocha gorda, a ser un creador reconocido internacionalmente con obras en museos y colecciones de diferentes países.
Pintor y grabador, sus esculturas están fuertemente influenciadas por la tauromaquia, la naturaleza o la representación del individuo. Con formas dinámicas, las obras son abiertas, accesibles, inmediatas y llenas de intuición.
Ripollés, que se define como "un niño mayor, que no se ha acabado de desarrollar", dota a sus creaciones de desenfado, amabilidad e ingenuidad. Una ingenuidad que aflora de forma natural "ya que el artista no es ingenuo porque se lo proponga sino porque nunca llega a la madurez".
Junto a la ingenuidad, el regreso a la infancia y sus experimentaciones táctiles, las obras de este creador también proponen una nueva mitología prometéica, la construcción de un nuevo ser humano que integre las vanguardias históricas en las que no faltan influencias de Picasso.
Sus investigaciones de la materia le han llevado a trabajar además del bronce, el cristal de Murano, "algo muy complicado", en opinión del artista al que le interesan estos dos materiales porque "son muy nobles" y no cambian en el transcurso del tiempo "aunque los materiales en el mundo de la expresión no son más que mensajeros".
Juan Ripollés se confiesa amante apasionado del color, "la vida es luz y la luz es color", de la libertad, de la vida y del arte. En las esculturas colocadas en el Retiro, Ripollés presenta toda la gama de colores disponibles con el bronce en un surtido inagotable de creaciones ingenuas, atrevidas e irónicas con las que el autor retrata el vitalismo y la fantasía.
Las obras que los visitantes del parque podrán contemplar hasta el 10 de junio, pertenecen en su mayoría a los años 2007 y 2008 y solo tres de ellas, Toro, Etruria y Niño Corriendo, se crearon en los noventa.
Nacido en Castellón, en 1932, se marchó muy joven a París, donde tomó contacto con las obras de los principales pintores contemporáneos, interesándose especialmente por el arte abstracto.
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