Este artículo se publicó hace 15 años.
"Ese tipo viola a mi hermana desde que tiene ocho años"
Un hijo del argentino detenido el viernes denuncia la complicidad de la madre
Uno de los hijos de Armando Lucero, de 67 años, detenido el viernes en la ciudad argentina de Mendoza por el presunto abuso sexual de su hija, con la que supuestamente tuvo siete vástagos, afirmó ayer en una entrevista con Clarín que su hermana era violada desde que tenía ocho años y que su madre, y esposa de Lucero, tapó todo intento de investigación.
La voz es firme y el tono de su queja abarca una mezcla de sentimientos en los que no faltan la amargura ni la decepción. Por momentos se quiebra. Gerardo (cuyo nombre real se ha cambiado para protegerle a él y a su familia), de 37 años, logra contar el horror de su vida familiar con detalles que estremecen.
"Ese tipo viola a mi hermana desde que ella tenía ocho años" y nunca "nadie dijo nada", afirma Gerardo en referencia a Armando Lucero. Sostiene que él denunció varias veces la violencia de su padre, pero como la historia era considerada "fantástica" los acontecimientos se han desarrollado muy lentamente hasta el desenlace del viernes. Ese día, la víctima, llamada a declarar por la juez, admitió las violaciones de Lucero, a lo que el fiscal reaccionó ordenando su detención.
"Mi madre lo tapaba todo"Reprocha duramente también a su madre, empleada de la Justicia mendocina, a quien acusa de haber desviado la investigación iniciada hace nueve meses con la última de sus denuncias: "Yo denuncié a mi padre, pero mi madre es oficial de Justicia y lo tapaba todo".
Cuando las trabajadoras sociales iban a su casa para corroborar sus denuncias, "ella las atendía y les decía que no pasaba nada, que todo estaba normal", señala sobre su madre Gerardo, que se fue de su casa "hace muchos años".
Intenta justificar a su hermana por tolerar las violaciones y mantener el silencio durante tanto tiempo porque "tuvo mucho miedo. Tuvo que aguantar la pesadilla desde los 8 años", dice Gerardo, con quien no fue fácil hablar porque tiene esposa e hijos y teme que el caso termine afectando a los suyos.
Según Gerardo, su padre no sólo violó a su hermana, con la cual tuvo siete hijos, sino que abusó de algunas medio hermanas de una familia paralela. "Ese tipo tiene otra familia, otra concubina y ocho hijos, a algunos de los cuales mujeres también violaba". Una de ellas, asegura, tiene ahora 45 años, y cuando su padre la violó, en 1975, "los vecinos quisieron lincharlo". "Las dos parejas del acusado sabían de la existencia de la otra, pero la toleraban como si fuera lo más normal del mundo", dice.
Lucero no tenía ocupación conocida. "Ese tipo insiste Gerardo al referirse a su padre no trabajó nunca, salvo en su juventud, como chófer de autobús".
Lucero se ha ganado en Argentina el apodo de el monstruo de Mendoza por la similitud de su caso con el del austríaco Josef Fritzl, el monstruo de Amstetten, condenado en marzo pasado a prisión perpetua por el asesinato de uno de los siete hijos que tuvo con su hija Elizabeth, a quien había violado durante 24 años.
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