Este artículo se publicó hace 11 años.
España consolida la tendencia del hijo único: 3 de cada 10 no tienen hermanos
Un estudio asegura que en España "no se da el caso de que las mujeres no quieran tener hijos" y atribuye la baja natalidad al estancamiento en un modelo familiar "de transición" entre el tradicional y el igualitario<
España consolida la tendencia del hijo único —ya son tres de cada diez los españoles que crecen sin hermanos—, a pesar de que las preferencias en cuanto al número de descendientes se han mantenido estables durante el último medio siglo: la gran mayoría de españoles desean tener al menos dos.
Esta es una de las principales conclusiones del Estudio de la Fundación La Caixa El déficit de natalidad en Europa. La singularidad del caso español, presentado este jueves en rueda de prensa, que constata que España está a la cola de la fecundidad (1,3 hijos de media) en comparación con los demás países europeos.
Este análisis comparativo considera que la diferencia entre el número de hijos que la mayoría de los hombres y mujeres españoles desearían tener y los que realmente tienen constituye un "déficit de bienestar".
En este sentido, el director general de la fundación, Jaime Lanaspa, indicó que la "brecha" entre las aspiraciones familiares mayoritarias de los españoles y la realidad de las parejas, que produce "frustración", podría tener sus causas en la falta de igualdad entre hombres y mujeres tanto a nivel social como familiar y laboral. Además, advirtió de que la baja tasa de fecundidad de las mujeres españolas puede conducir al país hacia una "inversión" de la pirámide de población que llevaría a que fuera "difícilmente sostenible".
Un 23% de los niños ya nacen fuera del matrimoni
El coordinador del estudio y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Gosta Esping-Andersen, destacó el caso de España como "singular". Negó que la baja natalidad de las parejas españolas se deba, como se había creído a la extensión de "los valores posmodernos" o a la progresiva incorporación de la mujer al ámbito laboral profesional. Tampoco atribuyó la causa del bajo número de nacimientos a la crisis económica, dado que los niveles se han asentado con ligeras variaciones durante las últimas tres décadas, o a la desigualdad económica, pues, según explicó, la tasa es "bastante homogénea en todos los sectores económicos y sociales".
A juicio de Esping-Andersen, una de las causas de la "crisis" de natalidad española se debe al estancamiento en un modelo familiar "de transición" entre el modelo tradicional (el hombre trabaja y la mujer cuida de la familia) y el modelo igualitario en que ambos cónyuges ocupan el mismo papel dentro de la organización familiar.
Una de las "sorpresas del estudio" es que las parejas de hecho españolas siguen un patrón "muy nórdico", ya que son "sorprendentemente estables" y a ellas corresponde el 23% de todos los nacimientos, explicó Gosta Esping-Andersen, coordinador del trabajo y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
En el caso particular de España, y a diferencia de otros países del entorno, "no se da el caso de que las mujeres no quieran tener hijos", según apuntaron tanto Esping-Andersen como el director general de la Obra Social La Caixa, que indicaro que la media de hijos que desearían tener las mujeres españolas es de 2,2 y menos de un 2% de ellas no quieren tener hijos. De hecho, a diferencia de otros países europeos con baja natalidad como Italia o Alemania, muy pocas españolas optan por no tener hijos: sólo el 13% de las nacidas en 1965 no han tenido descendencia en comparación con el 9% de las nacidas en los años cuarenta.
Por ello, el investigador sueco aseguró que "no hay nada irreversible" y, aunque reconoció que las políticas de igualdad entre hombres y mujeres "no son la receta mágica, sí forman parte del paquete de factores que influyen" en la natalidad, junto con la seguridad familiar, frente al alto número de divorcios, y las perspectivas laborales, profesionales y sociales de las mujeres.
Las parejas de hecho españolas siguen "un patrón muy nórdico, ya que son sorprendentemente estables"
En esta línea, la autora de uno de los capítulos del estudio e investigadora del CSIC, Teresa Castro, resaltó la diferencia de España frente a otros países, donde hay un porcentaje alto de mujeres que no desean tener hijos. Esta investigadora explicó que la dificultad en España radica en que "casi todas las parejas tienen un hijo pero muy pocas tienen un segundo o un tercero". De hecho, destacó que, en la actualidad, "tres de cada diez niños en España crecen sin hermanos".
Castro subrayó la necesidad de avanzar hacia el "modelo nórdico", que incluye permisos parentales más amplios, políticas igualitarias y políticas familiares más desarrolladas; como una de las claves para revertir la dirección hacia la que avanza España desde el punto de vista demográfico. "Si no se abordan con éxito este tipo de políticas el pronóstico es claro: la tasa de natalidad se mantendrá muy baja indefinidamente. Si el contexto social es el mismo, la situación no cambiará sola", concluyó la investigadora.
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