El apoyo político y económico que España brinda a la Autoridad Palestina le valió ayer la condecoración Estrella del Honor a José Luis Rodríguez Zapatero. Se la impuso, en la Muqataa de Ramala, el presidente Mahmud Abás, un político blando y acostumbrado a comulgar con ruedas de molino, pero agradecido por la asistencia de España.

Tras un breve encuentro, ambos comparecieron frente a la prensa recurriendo a los lugares comunes de la ya larga lucha palestina por la libertad. Con frecuencia frases hechas a las que están acostumbrados los oídos de los palestinos y que, pese a los buenos deseos de los oradores que visitan la zona, no suscitan gran entusiasmo entre la población de Cisjordania y Gaza.

'Nos estamos acercando a un tiempo en el que el proceso de la negociación de paz entra en una fase muy relevante', señaló Zapatero, quien agregó que España tiene la 'voluntad' de darle 'un estímulo y un impulso' durante la presidencia rotatoria de la UE, a partir de enero. España 'va a trabajar duro' en esa dirección, apostilló, poniendo como referencia 'un tiempo razonable que no puede ser muy largo' para el reconocimiento del pueblo palestino.

Zapatero atribuyó las supuestas 'expectativas de paz' a la gestión de su interlocutor. Pero Abás es un personaje gris a quien muchos palestinos ven como una emanación de Israel, como un político incapaz de plantar cara a la brutal ocupación de Cisjordania y Gaza, y cuyos tibios planteamientos han conducido, en la práctica, a un bloqueo total en la negociación con el gobierno de Binyamin Netanyahu.

No podían faltar las alusiones al proceso de 'reconciliación' interpalestino. El miércoles Fatah rubricó de manera 'preliminar' la última iniciativa egipcia para tratar de resolver la división entre la Cisjordania de Fatah y la franja de Gaza de Hamás. Pero ayer mismo, mientras Zapatero viajaba de Jerusalén a Ramala, Hamás anunció que no firmará el acuerdo en los términos fijados por Egipto, lo que crea nuevas incertidumbres.

Zapatero fue muy comedido cuando se le preguntó por el Informe Goldstone 

El presidente del Gobierno prometió a Abás que mantendrá la ayuda española, así como un esfuerzo constante en todo lo tocante al proceso de paz, recordando que 'muchos palestinos han dejado su vida' en el camino. También abogó por la 'convivencia', en toda la región, de 'distintas banderas, religiones y culturas'.

Sin embargo, fue muy comedido cuando se le preguntó por el Informe Goldstone sobre la última invasión de Gaza por parte del ejército israelí. El informe está ahora en Ginebra, en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Zapatero dijo que no se deben poner encima de la mesa cuestiones que impidan la negociación. Pero al mismo tiempo recalcó que 'detener y congelar' los asentamientos judíos en los territorios ocupados 'es una cuestión central' que debe verificarse sobre el terreno.