El ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, ha asegurado que España mantendrá su compromiso con la misión ISAF de la ONU en Afganistán "en los mismos términos" que hasta ahora y mantendrá sus fuerzas desplegadas "de manera exclusiva" en el oeste del país.

"Tenemos que seguir en Afganistán", ha declarado Alonso en rueda de prensa tras participar hoy en una reunión informal con sus colegas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la que, entre otras cuestiones, se ha pasado revista a las operaciones militares aliadas en Afganistán y Kosovo.

Alonso ha subrayado que el país "es viable, si es reconstruido", pero que, si volvieran los talibanes, "volvería a sufrir mucho la población, sobre todo las mujeres; seguramente volvería a emitir terrorismo y, con toda probabilidad, se introduciría un elemento de inestabilidad tremendo en toda la región".

Este escenario da "perfecto sentido político a la operación de Afganistán", en opinión del ministro, quien también ha argumentado que "reconstruir el país, estabilizarlo y que sea seguro significa que también nosotros vamos a estar más seguros".

El titular de Defensa ha insistido en que "España cumple sus compromisos" y ha recordado que reforzó hace poco "significativa y cualitativamente" su aportación al despliegue en Afganistán.

España está liderando un equipo de reconstrucción provincial en la provincia de Bagdis.

"Seguimos haciendo obras de infraestructura, carreteras, hospitales -vamos a construir uno de los mejores hospitales, si no el mejor, de Afganistán-; estamos reconstruyendo las escuelas, fomentando la igualdad; estamos haciendo más de 50 pequeños proyectos de acometida de agua o tendido de red eléctrica, que no había, etc, etc."

El ministro ha puesto el énfasis en que se trata de "una misión de la ONU que gestiona la OTAN" a través de la Fuerza internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), en la que participan 37 estados, miembros y no miembros de la Alianza.

Ha comentado que "nadie, ni en esta reunión ni en ningún otro lado, ha pedido a España ni que mande más tropas ni que varíe su posición en Afganistán".

"Nosotros hemos sido claros siempre en decir que somos un país que cumple sus compromisos y que vamos a seguir cumpliéndolos. Además, nuestros socios de la Alianza Atlántica son muy conscientes de que últimamente hemos reforzado significativamente y cualitativamente nuestro papel".

A los casi 700 efectivos presentes, España ha sumado dos equipos de formación del Ejército nacional afgano, siguiendo una línea estratégica de la Alianza Atlántica que consiste en ir poniendo progresivamente a los afganos en condiciones de hacerse cargo de su propia seguridad.

A principios del año que viene, además, "España mandará dos aviones no tripulados, para mejorar la inteligencia y la percepción del territorio, lo que beneficiará mucho a nuestras tropas", ha recordado Alonso.

"Nuestra implicación en Afganistán es suficiente para cumplir los compromisos a los que en su día nos obligamos".

Sumando todas las operaciones activas de la OTAN (en Afganistán, Kosovo y el Mediterráneo), España es el sexto contribuyente en efectivos de entre veintiséis miembros que tiene la organización.

Los aliados, según Alonso, "no tienen ninguna queja, ni en público ni en privado" de la aportación española.

España ha vuelto a insistir hoy en la necesidad de que las Naciones Unidas nombren un alto representante que visualice la misión de la ONU. Según Alonso, la idea fue favorablemente acogida por el secretario general de las Naciones Unidas cuando visitó Madrid.

El ministro también ha sugerido que, cuando empiece el invierno, si disminuyen los enfrentamientos, la comunidad internacional "se siente a reflexionar sobre cómo ha ido la campaña y cuál puede ser la evolución del país, no sólo desde el punto de vista operativo sino político".

Por último, Alonso ha pedido que la operación en Afganistán quede al margen de la disputa entre partidos.

"Los países fuertes, y España lo es, las cuestiones relativas a la política internacional las trabajan en clave de política internacional. No deberían ser tratadas en clave de política interna, y mucho menos en claves coyunturales o de estrategias partidistas", ha dicho.