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España niega que promocione en Latinoamérica el fracaso de Copenhague

EFE

La secretaria de Estado española de Cambio Climático, Teresa Ribera, declaró hoy que carece de fundamento que Greenpeace acuse a España de buscar aliados en Latinoamérica para frenar la reducción de gases de efecto invernadero y hacer fracasar la Cumbre de Copenhague.

"Es criticable, irresponsable e impropio de una asociación como Greenpeace decir que España viene (al IX Foro Iberoamericano de Ministros de Medio Ambiente) a boicotear y contradecir las posiciones de la Unión Europea. Va contra el sentido común", manifestó Ribera en una entrevista con Efe.

Ayer, jueves, la organización ecologista Greenpeace denunció "maniobras" del Gobierno español en el IX Foro Iberoamericano de Ministros de Medio Ambiente -que concluye hoy en Santiago de Chile- para frenar la lucha contra el cambio climático.

Al respecto, Ribera recalcó que "el compromiso de España es congruente con el de la Unión Europea y jamás va a pedir una disminución de responsabilidades".

"No vamos a promocionar el fracaso de Copenhague. Todo lo contrario", enfatizó Ribera, para quien la próxima Cumbre del Clima convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para diciembre próximo en la capital danesa "es fundamental".

"Estamos hablando de cambiar los modelos de desarrollo ha manejado la humanidad en los últimos 150 años", dijo la viceministra española.

Para luchar contra el cambio climático e impulsar la energía renovable la Comisión Europea aprobó en enero de 2008 un amplio paquete de medidas.

En virtud de ese acuerdo, hasta el año 2020 los 27 países de la UE deben reducir los gases de efecto invernadero en un 20 por ciento como mínimo e incrementar hasta en un 20 por ciento la cuota de energías renovables en el consumo energético.

España es el país de la Unión Europea que más rápido está avanzando en incorporar estas directivas comunitarias a su ordenamiento jurídico, aseguró la secretaria de Estado de Cambio Climático.

"Las organizaciones ecologistas son especialmente importantes y merece la pena que sigan actuando, incluso aunque se confundan", manifestó Teresa Ribera.

"Pero me parece un incidente bastante lamentable", agregó, que acusen al Gobierno español de presionar a los países latinoamericanos para que acepten compensar las emisiones de gases de efecto invernadero con proyectos baratos de desarrollo limpio.

"España lleva muchísimo tiempo trabajando para que en el debate sobre el cambio climático se pueda participar con voz propia en castellano y portugués", subrayó en alusión a los países de la comunidad iberoamericana.

En el cumplimiento del Protocolo de Kioto sobre Cambio Climático "a España le correspondió un reparto mucho más duro que al resto de los países de la Unión Europea", recordó la secretaria de Estado.

En 1990, la emisión per cápita de CO2 en España era de siete toneladas, mientras que el promedio de la Unión Europea era de quince.

En 2004, año en que entró en vigor el Protocolo de Kioto, España era la octava economía del mundo en PIB, la 17ª en emisiones de gases de efecto invernadero y la 23ª en emisiones per cápita.

"La inversión española ha sido importantísima. En cinco años hemos mejorado un once por ciento la intensidad energética, cosa que muy pocos países han hecho. Consumimos menos energía y la que consumimos es mucho más sostenible", destacó Teresa Ribera.

Para cumplir con las recomendaciones del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, los países industrializados deben reducir conjuntamente entre un 25 y un 40 por ciento sus emisiones.

A juicio de la secretaria de Estado, el nuevo modelo "tiene que ser eficaz, desde el punto de vista ambiental; equitativo, desde el punto de vista del reparto, y flexible, para integrar las distintas realidades nacionales".

"¿Basta con incrementar las contribuciones públicas en las bolsas de solidaridad internacional? No, porque sería como decir: 'yo sigo financiando mi desarrollo convencional y luego tengo un fondo que me pone parches'. Necesitamos que las dos cosas sean congruentes", enfatizó.

Ribera subrayó que sería un gran avance que en la reunión que a final de este mes celebrará en Pittsburg (EEUU) el G-20, los países más desarrollados y las economías emergentes "lograran decir que el cambio climático es un gran riesgo para el sistema económico mundial".

Para recuperar la confianza de los inversores en los mercados "lo mejor es que la Cumbre de Copenhague deje claro hacia dónde se encamina el mundo", aseguró la secretaria de Estado, convencida de "se está acabando el tiempo" para frenar el cambio climático.

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