Este artículo se publicó hace 15 años.
España pasa a semifinales al ritmo de récords y Sudáfrica celebra una derrota dulce
La selección española accedió como primera de grupo a las semifinales de la Copa de las Confederaciones 2009, al derrotar a la local Sudáfrica (2-0), que también logra su acceso, al beneficiarse del empate sin goles entre Iraq y Nueva Zelanda.
La "roja" sigue sumando y lo hace al ritmo de los récords. Esta noche ya se ha convertido, con 15 triunfos, en el combinado nacional que más victorias consecutivas ha logrado en la historia del fútbol y, además, se ha unido a Brasil en la racha de 35 partidos seguidos sin conocer la derrota.
Unos logros conquistados hoy bajo la batuta de Vicente del Bosque como seleccionador nacional, pero que se iniciaron con Luis Aragonés dirigiendo a los integrantes de la "roja".
La victoria de hoy, la tercera en igual número de partidos jugados en Sudáfrica 2009 y donde se sigue sin encajar gol alguno, resultó desde luego más trabajada que las anteriores; aunque el "muro" puesto hace tres días por los iraquíes resultara más duro de derribar.
Y es que Sudáfrica evidenció, especialmente en varias fases de la primera mitad, tener un fútbol superior al de Iraq y, sobretodo, a de la "cenicienta" Nueva Zelanda. Es más, con Piennar y Parker, dispusieron de buenas ocasiones para romper la inmaculada meta española.
Pero la actual España, que registró novedades en la meta, en la línea defensiva y en el centro del campo, con las entradas de Pepe Reina, Albiol, Arbeloa y Busquets, no se descompone. Se sabe superior al rival y, además, sabe esperar su momento sabedor de que éste llegará y de que la calidad que atesora le traerá, antes o después, el triunfo.
Y el tanto, que bien pudo llegar en la primera mitad, que encauzaba ya el triunfo hispano, llegó a poco de iniciada la primera mitad obra de David Villa (m.52), que paró con el pecho, bajó y batió al meta sudáfricano Khune.
Villa se tomaba la revancha de un Khune que, apenas un minuto antes, le había detenido una pena máxima que el colegiado pitó por derribo a Cesc. Tras ello, Del Bosque premió a jugadores que hasta ahora no habían jugado, como Pablo Hernández, en su debut además con la selección, y Fernando Llorente.
Y Llorente, en tanto de claro delantero centro, dio las gracias a Del Bosque con un 2-0 (m.72) que ya sentenciaba el triunfo español, el liderato del grupo A y, los nuevos récords.
Sudáfrica también lo celebró, fue su derrota más dulce ya que se clasificó para las semifinales de su torneo, cumpliendo su gran objetivo.
Lo contrario, el aburrimiento y el poco espectáculo, la decepción por la eliminación, llegó en el Iraq-Nueva Zelanda, jugado en Johannesburgo. Un partido donde los héroes fueron quienes lo presenciaron.
Uno y otro exhibieron sus claras limitaciones futbolísticas; y poco importó que Iraq se jugase una clara opción de clasificación, lo que hubiera logrado ganando por dos goles de diferencia visto lo que hizo España.
Pero la Iraq de Bora Milutinovic ha evidenciado que sabe defenderse, poner un muro, y nada más. Es más, en la primera mitad, se vio superado por una Nueva Zelanda que se hizo con el balón y mostró más ganas ofensivas.
Las noticias del 1-0 para España animó algo más a los iraquíes, que ya si buscaron el gol con mayor ahínco. Pero sus ocasiones eran escasas y pocos claras, y el partido terminó con un merecido empate son goles y con ambos eliminados.
España y Sudáfrica, ahora, esperan tranquilos su respectivo rival de las semifinales, lo que sabrán mañana.
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