España ha perdido con el euro un 20% de competitividad

La integración de España en el euro significó una subida general de los precios y también de los costes laborales. Ambas cosas han hecho perder a España desde que se puso en marcha la moneda única un 20% de su competitividad. Este dato, que aparece en el informe anual sobre la Eurozona que ayer presentó la Comisión Europea, contrasta con el de Alemania, que desde 1998, meses antes de la integración en el euro, ganó un 13% en competitividad.

Bruselas resalta que en el caso alemán los costes salariales no crecieron, mientras que en países como España, Italia o Portugal aumentaron más del 2,5%. La pérdida de competitividad influyó negativamente en la preparación de estos países ante la actual crisis económica. Sin embargo, se vieron beneficiados del "escudo protector" que supuso la moneda única, según el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

El informe, además, coloca a España entre los primeros países en la implementación del plan de recuperación europeo, que pedía inversiones potentes para reactivar la economía y hacer frente a la crisis. Las medidas aplicadas por el Gobierno, según los datos de la Comisión, suponen un desembolso equivalente al 2,3% del PIB, el más alto de toda la Eurozona.

Bruselas recalca que, a pesar de las cifras, la UE debe luchar más para evitar nuevos incrementos en el desempleo, y relaciona la situación del paro español con el agotamiento del ciclo del mercado de la vivienda. En ese sentido, Bruselas alerta de que algunas de las consecuencias del pinchazo inmobiliario todavía están por llegar, e indica que en España los precios de la vivienda siguen hinchados entre un 10 y un 20%.

En España, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, pidió ayer que la evolución de los salarios refleje la situación económica y no ocurra como en 2007 y 2008, "que crecieron sustancialmente más que la inflación".

Tras su intervención en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Campa subrayó que, ante el cuadro macroeconómico como el actual, con una inflación moderada "y un crecimiento incluso negativo", sería deseable que la evolución salarial contribuyese a la mejora de la competitividad.

Campa destacó que el sector exterior se está convirtiendo en la base sobre la que la economía puede sustentar la vuelta al crecimiento. A su juicio, las exportaciones se beneficiarán de la recuperación de los mercados de exportación y de un aumento de la competitividad externa.