La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunciaron ayer que España y Egipto celebrarán una cumbre con el resto de países árabes sobre el conflicto de Oriente Próximo. El cónclave, que tendrá lugar en otoño en el país del Nilo, se celebrará en el marco previo a la presidencia española de la UE, e Israel no estará entre los países invitados.

Moratinos explicó que Zapatero mantiene exactamente las mismas relaciones con Israel y que no descarta que haya 'una reunión de alto nivel entre el presidente español y el primer ministro israelí' en la cumbre de otoño, antes de la presidencia española de la UE en 2010.

Además, aunque la iniciativa ha sido española, será el presidente egipcio, Hosni Mubarak, como anfitrión, quien decidirá y convocará a los participantes. Las propuestas de esta cumbre van en la línea del mensaje sobre el conflicto de Oriente Próximo que Zapatero traslado a la UE y a EEUU el 5 de abril en Praga.

Allí, el jefe del Ejecutivo resaltó, además de la necesidad de lograr dos estados, uno israelí y otro palestino, la importancia de implicar a los países árabes de la región en la resolución del conflicto.

A vueltas con el G-20

El ministro de Exteriores habló el sábado por la noche con su homólogo brasileño, Celso Amorín, y este le garantizó que el presidente de Brasil, Lula da Silva, 'siempre apoyó a España en un ingreso en el G-20'. Con esta información, María Teresa Fernández de la Vega quiso trasladar ayer la seguridad de que España estará en la próxima cumbre del G-20 que se celebrará en Nueva York, en otoño.

El Gobierno brasileño matiza así las palabras de su ministro de Finanzas que el pasado sábado manifestó sus dudas sobre la continuidad de la asistencia de Madrid al grupo. Zapatero y los suyos, sin embargo, están 'tranquilísimos, porque la plaza está asegurada por los méritosde España'.