Este artículo se publicó hace 14 años.
España, rumbo a un sueño entre la cautela y la vitola de favorita
La selección española llegará a primera hora de mañana (9.30) al aeropuerto de Johannesburgo, a donde viaja en busca de alcanzar de una vez el sueño de un Mundial y con la vitola unánime de favorita.
España será la última en llegar a territorio sudafricano y quiere ser la última en abandonarlo. Todo el mundo se ha deshecho en elogios hacia el equipo de Vicente del Bosque, al que gusta esta consideración pero no pierde la cabeza con ello.
Los futbolistas asumen también dicha condición. Les agrada notablemente. Pero, como reconoció hoy el 'cerebro' Xavi Hernández, el mejor centrocampista del mundo, él y sus compañeros se ven más como candidatos que como favoritos.
Creerse superiores no entra en el diccionario de la 'Roja'. Saben que sería un pecado imperdonable, que un Mundial encierra multitud de 'trampas' y que la línea entre el éxito y el adiós es muy estrecha.
Primero encaran el grupo, los partidos ante Suiza, Honduras y Chile, y luego, si se cumplen las previsiones, llegará el momento de pensar en el temible cruce de octavos de final, en el que se presume que el rival será de enjundia, ya sea Brasil, Portugal o Costa de Marfil.
Ese puede ser el primer gran momento en el que se ponga a prueba la auténtica valía mundialista de esta España, de este equipo que en los últimos tiempos tan solo ha perdido un partido, el de las semifinales de la Copa de las Confederaciones contra Estados Unidos.
Los internacionales, pese a todo, enterraron en Austria viejas penas, pero no se pueden olvidar de ellas. Han demostrado que son ganadores, pero palabras como humildad, cautela y tranquilidad son las que maneja el grupo, que se reencontró hoy, tras el día de descanso después de la exhibición en Murcia ante Polonia, antes de partir.
El 6-0 no ha cambiado apenas el discurso respecto a los apurados triunfos previos en Innsbruck (Austria) frente a Arabia Saudí (3-2) y Corea del Sur (1-0). Tan solo ha servido para confirmar que la evolución ha sido la adecuada.
Tampoco la lesión sufrida por Andrés Iniesta cambia los planes, porque el problema del barcelonista quedó en un edema en un muslo y, aunque normalmente precisa entre cinco y siete días de recuperación, no está descartado para el encuentro inicial ante Suiza en Durban el próximo 16.
Todo apunta a que quedará en un susto y en las próximas jornadas trabajará en solitario en busca de una plena recuperación para volver a estar a disposición de Del Bosque y alcanzar otra vez su mejor nivel, como demostró en la primera media hora del encuentro en la Nueva Condomina.
También en Murcia se produjo la buena noticia de la reaparición de Fernando Torres, quien se mostró en plenitud e incluso marcó uno de los tantos, al igual que el centrocampista del Arsenal Cesc Fábregas, el otro que llegó a la concentración tras varias semanas de baja y confirmó que su problema de peroné está olvidado, tanto que, con su participación en los amistosos de los días pasados, ha hecho historia al convertirse en el jugador más joven en alcanzar las 50 internacionalidades.
El choque confirmó que Del Bosque tiene alternativas tácticas y futbolísticas suficientes como para invitar al optimismo y a la confianza del grupo. Pero esta sensación no pasa de ahí, ya que el técnico español ha concienciado a todos sus pupilos de que la cautela es la mejor consejera.
España, por unas cuestiones o por otras, acumula, salvo un cuarto puesto, decepción tras decepción en todas sus presencias mundialistas, aunque casi siempre ha ido con equipos que se presumían potentes y con opciones.
Pero esta es la primera vez que se presenta con la consideración general y auténtica de que acude dentro de la terna de grandes favoritos, por su condición de campeona de Europa, por la impresionante racha de buenos resultados y por el magnífico fútbol combinativo que despliega.
El Airbus A-340/600, el más moderno y de mayor tamaño de la flota de Iberia, en el que se traslada el equipo español, va, por lo tanto, cargado de ilusiones, de esperanzas y de sueños, pero también de prudencia.
La selección española llega a Johannesburgo y a la concentración en la ciudad universitaria de la localidad de Potchefstroom con un anhelo y una ilusión, como figura en el lema de su autobús oficial, volver con la Copa del Mundo.
José Antonio Pascual
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