Carlos Alberto Biendicho lleva más de 20 años conviviendo con el VIH. Se mantiene al tanto de las últimas novedades científicas al ser miembro de la International AIDS Society y, al mismo tiempo, vela por el respeto a los seropositivos como miembro del Observatorio de Derechos Humanos en VIH/sida de Red 2002 (una agrupación de ONG de este campo). Cree que en la actualidad es muy diferente vivir con el virus en una gran ciudad que en 'la España profunda' y reclama igualdad para todos los seropositivos, incluyendo a los pertenecientes a colectivos muy castigados, como los inmigrantes o los gitanos.

En este sentido, denuncia que 'el consenso que se ha visto en torno a la gripe A' brilla por su ausencia en lo que al tratamiento del sida se refiere: 'La sidofobia es muy habitual también entre los consejeros de Sanidad, con independencia de su partido político'. Por otra parte, reclama que se reconozca la especialidad de Infectología 'para que un médico que trate el VIH no sea también el encargado de la obesidad u otras enfermedades'. Carlos Alberto se sorprende cuando se le pregunta si todavía hay discriminación en España hacia los seropositivos y recuerda su última operación (por un quiste en la mandíbula).

Cuando ya estaba en la mesa de operaciones, el médico le dijo que debía de operarse el último por su condición de VIH positivo. Él pidió el alta voluntaria y denunció al hospital y al equipo quirúrgico. Más allá de su propia experiencia, indica que muchos seropositivos no pueden comprarse una casa 'porque les exigen un seguro de vida, que se les niega por su condición'. También cree que muchas empresas discriminan a los afectados y que el estigma existe incluso entre gays, un colectivo tradicionalmente reivindicativo.