Este artículo se publicó hace 16 años.
España y 7 países de la UE facilitarán el trámite de divorcio a otras nacionalidades
España y otros siete países comunitarios anunciaron hoy que lanzarán un procedimiento inédito en la UE para cooperar entre ellos en el reconocimiento mutuo de las sentencias de divorcio y facilitar el trámite a parejas de distinta nacionalidad o que viven en un país extranjero.
A este grupo integrado por España, Italia, Luxemburgo, Austria, Rumanía, Grecia, Hungría y Eslovenia se unirá también Francia, que es favorable a la iniciativa, aunque hoy no ratificó su posición para mostrar imparcialidad en el ejercicio de la Presidencia de turno comunitaria.
Sin embargo, Portugal, Holanda y Finlandia se manifestaron en contra, porque consideraron que la iniciativa divide a la UE en materia de derecho familiar.
El procedimiento de cooperación reforzada, previsto en los tratados comunitarios pero nunca utilizado hasta ahora, prevé que al menos ocho Estados miembros comiencen a aplicar las medidas entre sí y más tarde se estudie una posible extensión al resto de la UE.
Las reticencias a emplearlo se deben al temor de ofrecer una idea de división o de una Europa a "dos velocidades", aunque los países que apoyaron hoy la iniciativa insistieron en que se trata de una continuidad de la construcción europea.
El ministro español de Justicia, Mariano Fernández Bermejo dijo hoy que esta iniciativa crea "un precedente" que no debe alarmar a nadie, porque "está prevista en los tratados" y se usa "a favor de los ciudadanos europeos" y para resolver mejor el problema del divorcio en parejas de distinta nacionalidad.
Tras el anuncio, hecho hoy en Bruselas el Consejo de Ministros de Justicia, estos ocho países deben concretar por escrito y por separado su voluntad a la Comisión Europea, que deberá presentar una propuesta.
El comisario de Justicia, Seguridad y Libertades, Jacques Barrot, avanzó que estudiará esas peticiones y analizará sus consecuencias jurídicas y políticas.
El divorcio de parejas de distintas nacionalidades suponen ya el 20% de todos los que se tramitan en toda la Unión Europea, por lo que Bermejo pronosticó que al final "la inmensa mayoría" de los países de la UE se acabarán sumando.
"Este es un buen camino", explicó el ministro, quien insistió en que en un momento como el actual de dudas en la construcción europea y sobre el Tratado de Lisboa tras el referéndum irlandés, hay que continuar "poco a poco".
Bermejo explicó que la cooperación en este ámbito ayudará a resolver la inseguridad jurídica que afrontan muchas parejas y familias acerca de cuál es la ley aplicable a su proceso de divorcio.
Además, insistió en que el texto que se estudie garantizará que las leyes de divorcio de otros países no incluyan cláusulas de discriminación entre hombres y mujeres.
La iniciativa se debe a la persistente negativa de Suecia a aceptar el reconocimiento mutuo de sentencias sobre divorcio, ya que el Gobierno de ese país no quiere que en su territorio se aplique otra ley de divorcio que la suya.
De hecho, los países que anunciaron hoy durante el Consejo de Ministros su voluntad de lanzar el procedimiento insistieron en que se trata de "la única forma de avanzar", indicaron fuentes comunitarias.
La UE incluyó la cooperación reforzada en el Tratado de Amsterdam, que entró en vigor en 1999, y se ha mantenido en los tratados siguientes (Niza y Lisboa).
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