Stella (32) y Giorgios (33) transmiten la misma calma y armonía que el año pasado. Junto con Michaeljohn (que no se ha podido quedar a la entrevista) continúan sacando adelante su pequeño estudio de arquitectura. Reconocen con sorpresa que no les está yendo mal, cuando hace un año pensaban que estaban abocados al desastre. 'El nuevo alcalde de Atenas presta atención a los barrios más pobres y también prioriza que a los concursos se presenten arquitectos jóvenes. Hemos ganado algunos proyectos, que luego no se ejecutarán por falta de dinero, pero las propuestas han animado el mercado', explica Stella.

Giorgios entiende que el estudio cuenta con una ventaja añadida, porque al ser jóvenes y nuevos su manera de trabajar era ya muy económica, lo que les ha hecho más competitivos. Además, echan horas, muchas, trabajando hasta el filo de las diez de la noche. Pero que su situación personal no haya empeorado no les libra de sentir la presión de la sociedad, donde los amigos han perdido el trabajo y se habla de la crisis todo el tiempo.

Stella reconoce sentirse 'impaciente' y se exaspera porque sus compatriotas no se dan cuenta de que saldrían de esta si 'trabajamos todos juntos'. También expresa su decepción con el Gobierno del primer ministro, Yorgos Papandreu. 'Esperaba algo más', reconoce.

'Estamos como parados', apunta Giorgios, al referirse al frenazo que ha tenido el proceso de reformas en Grecia en los últimos meses. 'Hay como una tensa calma antes de la tormenta', apostilla Stella. Ambos tienen claro que la economía aún empeorará algo más antes de mejorar, y es ese declive incierto el que les inquieta más.

No culpan a la UE de su situación, y su enfado está más volcado con los propios griegos, aunque ya perciben 'un cambio de mentalidad'.