Este artículo se publicó hace 15 años.
"Esperad hasta escuchar la historia"
El presunto secuestrador de Jaycee Lee Dugard concede desde la cárcel una entrevista a un canal de televisión
Phillip Garrido, el presunto secuestrador y violador de Jaycee Lee Dugard, la chica que desapareció con tan sólo once años, parece guardarse un as en la manga. Horas después de que Dugard se presentara en una comisaría de California para denunciar a Garrido por secuestro, el hombre fue detenido junto a su mujer en el campus de Berkeley de la Universidad de California. La Policía lo metió en prisión bajo fianza de un millón de dólares, pero ayer concedió una entrevista telefónica al canal de televisión KCRA 3, desde su propia celda.
La conversación con los periodistas de la KCRA 3 fue cuanto menos surrealista. Garrido, como esperando a vender su exclusiva, se permitió el lujo de calificar el drama de la chica como "la historia más impactante y humana que jamás han escuchado". "Van a encontrarse con la historia más potente que jamás hayan visto en el testimonio de la testigo [Jaycee Lee, que en realidad es la víctima]. Si se toman el caso con calma, van a llegar al origen de todo y, al final, conseguirán la historia más alentadora que jamás hayan escuchado", dijo.
Imagen panorámica de la casa de Garrido. Reuters
Según los testimonios de los vecinos, la casa de Garrido se había convertido en una especie de campo de concentración. Según Erika Pratt, una chica de 25 años que vivió al lado del acusado hace dos años, en el patio había tiendas de campaña, un cobertizo, varios Pit bull y varias mangueras. Pratt vio a varias "chicas y mujeres viviendo en el patio, muy parecidas, que nunca hablaban y se cuidaban las unas a las otras". Asustada por la conducta de sus vecinos alertó a la Policía, pero según ella, los agentes le dijeron que no podían entrar a la casa porque no habían conseguido una orden judicial. Tras la detención de Garrido, los agentes dijeron que en la casa sólo vivían el, su mujer y los niños.
"Se quedarán impresionados con todo lo que pasaba en mi casa. Es una historia desagradable"Garrido, que no parece mostrar arrepentimiento alguno, dijo al canal de televisión que "se quedarán impresionados por todo lo que sucedió en esa casa. Es una historia desagradable de principio a fin. Algo sobre lo que toda mi vida ha girado". De hecho, cuando fue detenido en la universidad, donde iba a dar una charla, confesó el secuestro de Dugard. Ante las evidencias, fue acusado de secuestro, conspiración, violación y de cometer actos lascivos con una menor.
El ayudante del sheriff del condado de El Dorado, dijo a los medios que "ninguno de los niños, había ido nunca al colegio. Estaban aislados y retenidos en este recinto".
Sus vecinos contaron a los medios que en los últimos años Garrido se había empezado a convertir en" un fanático de la religión". Dejó la imprenta en la que trabajaba y montó un negocio, llamado God's desire (El deseo de dios), que en la entrevista definió como una iglesia.
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