Este artículo se publicó hace 14 años.
Los esposos pueden ayudar en un trastorno de vejiga doloroso
Por Alison McCook
Los esposos que proporcionanuna distracción placentera pueden ayudar a sus parejas a alejarsementalmente de una enfermedad dolorosa de la vejiga.
"Nuestros resultados sugieren que ayudar a una persona condolor a través de la lectura o simplemente conversar sobre lasactividades del día, las noticias o los hijos, ayuda a quedistraigan su mente del dolor", señaló Jessica Ginting, de laQueen's University, en Canadá.
Las participantes del estudio tenían cistitis intersticial,un síndrome doloroso de la vejiga con síntomas constantes deinfección urinaria, como la necesidad frecuente de orinar (hasta60 veces en 24 horas), lo que altera el sueño. El síndromeincluye también un dolor constante del abdomen bajo y el pubis.
Alrededor de 1,3 millones de estadounidenses sufren cistitisintersticial y 1 millón son mujeres. Se desconoce su causa y sólohay algunos tratamientos para aliviar los síntomas, pero deefectividad limitada.
El equipo de Ginting le preguntó a 96 mujeres con laenfermedad sobre el nivel de dolor, la depresión, la calidad devida y cómo actuaban sus esposos cuando ellas se sentían mal.
Las participantes vivían en Ontario (Canadá), Illinois y elnorte del estado de Nueva York; hacía unos seis años que se leshabía diagnosticado la enfermedad.
El equipo observó que los esposos que trataban de distraer asus parejas hacían que se olvidaran del dolor. Aunque el síntomapermanecía, afectaba menos el bienestar de las mujeres.
Las distracciones saludables hacían también que las mujeresestuvieran más activas y conectadas con el mundo exterior.
"Tratar de ayudar a una persona con dolor a participar más enactividades placenteras es otro gran ejemplo de lo que puedehacer una pareja para mejorar la relación y la calidad de vida deun ser amado. Se sabe que adoptar un estilo de vida sedentariocuando aparece el dolor es la entrada a la discapacidad",indicaron los autores.
Las distracciones funcionaron, según la autora, al evitar quelas mujeres procesaran el dolor conscientemente, lo que reduce suimpacto en el bienestar emocional.
Las respuestas negativas de los esposos, como la irritación,el enojo, la frustración o ignorar a la esposa cuando sentíadolor, no tuvieron un efecto negativo en la sensación de dolor delas mujeres, lo que no significa que esas respuestas seanadecuadas.
"Otros estudios habían confirmado que esas respuestas debenevitarse" porque generan depresión y discapacidad en lospacientes.
Ginting espera que los resultados, publicados en BJUInternational, alienten a las mujeres y sus parejas a conversarsobre cómo superar el dolor crónico.
"Esta enfermedad afecta a las parejas, las familias y lospacientes. Nuestro estudio demuestra que la interacción de lapareja es clave para una mejor calidad de vida de los pacientes",concluyó la autora.
FUENTE: BJU International, online 2 de noviembre del 2010
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