Este artículo se publicó hace 16 años.
Los estadounidenses, divididos sobre primer presupuesto de Obama
Muchos estadounidenses aplaudieron el viernes los planes de gastos y exenciones tributarias establecidas en el presupuesto récord del presidente Barack Obama, pero otros cuestionaron el enorme déficit que conllevaría.
"Me gusta Obama, por lo que estoy dispuesto a ser prudentemente optimista", dijo David Bell, un abogado de 61 años que vive en San Francisco, respecto al plan de gastos por valor de 3,55 billones de dólares (2,79 billones de euros) con el que Obama espera detener la caída de la economía, crear empleos y sentar los cimientos para un nuevo crecimiento.
"Si alguien intenta crear un presupuesto que sea bueno (con) buenas prioridades, cuenta con la mejor oportunidad", opinó.
Obama dijo el jueves que el presupuesto constituye el "primer paso" hacia la creación o la salvación de millones de empleos y fijará los cimientos para el crecimiento, en medio de la peor recesión económica en décadas.
El plan de gasto también busca promulgar una audaz agenda para modernizar las escuelas, ampliar la cobertura del cuidado de la salud para el próximo año, junto con el recorte de los impuestos para los estadounidenses con ingresos medios y bajos.
"¡Será bueno tener unos pocos dólares! Pero probablemente los estaré gastando para mantener el estilo de vida que tenía hace cinco años", dijo Carole Brazsky, una trabajadora social de 65 años retirada que vive en Scottsdale, Arizona, y cuyos ahorros fueron asfixiados por la desaceleración económica y el aumento en los costes del cuidado de la salud.
Pero otros manifestaron que estaban descontentos ante el enorme gasto expuesto en la propuesta, que prevé un enorme déficit de 1,75 billones de dólares para el año fiscal 2009.
"Finalmente todo tendrá que ser pagado, dejen que todo llegue al nivel más bajo que pueda y comenzar a trabajar desde allí", dijo Martin Prior, un electricista de 40 años de California, que calificó el presupuesto como un "desastre".
En el suburbio de Fort Worth, Texas, un empleado público jubilado, Terry Wagner, estimaba que el ahorro fiscal otorgado a los trabajadores sería simplemente recobrado por un estado con problemas de liquidez y autoridades municipales esforzándose por salvar sus propios déficits.
"Los pocos dólares extras serán devorados por los Gobiernos locales que deberán incrementar los impuestos para recuperar sus propios déficits", indicó.
El presupuesto fue atacado por los republicanos en el Congreso de Estados Unidos, descontentos con el incremento sin precedente del gasto y con el cambio para aumentar los impuestos de los estadounidenses más ricos en un esfuerzo por disminuir el enorme déficit.
Los profesionales más ricos que ganan más de 250.000 dólares (unos 196.000 euros) tendrán que pagar impuestos más altos, de acuerdo al plan.
"Estoy tan disgustado con su propuesta", dijo Mark McNiel, un ejecutivo de ventas de telecomunicaciones de 50 años de Prairie Village, Kansas, que gana más de 350.000 dólares al año (unos 275.000 millones de euros).
El plan de gasto también quiere frenar o eliminar los subsidios pagados a los grandes agricultores de Estados Unidos, una medida que no ha caído bien a algunos.
"No me gusta", dijo el agricultor de Belton, Missouri, Tom Effertz, con respecto a los recortes propuestos en pagos directos. Effertz dijo que él y sus tres hermanos recibieron sólo alrededor de 40.000 dólares para compartir en las 4.856 hectáreas de maíz, soja y trigo que cultivan juntos.
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