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Los estadounidenses liberados por Irán piden la excarcelación de todos los presos políticos

EFE

Los estadounidenses liberados ayer, tras el pago de una fianza, por Irán, expresaron a su llegada a Omán su esperanza de que sean puestos en libertad todos los presos políticos en su país y en la República Islámica.

En aparente buen estado de salud, Shane Bauer y Josh Fattal, de 29 años, llegaron veinte minutos antes de la pasada medianoche al aeropuerto de Mascate, donde fueron recibidos por sus familias, según la cadena de televisión catarí Al Yazira.

En declaraciones a los periodistas en la terminal del aeropuerto, Bauer manifestó su esperanza de que su liberación traiga "la libertad para los prisioneros políticos en EEUU y en Irán".

"Dos años en prisión es demasiado", dijo Bauer, vestido con pantalones vaqueros.

En un comunicado en la agencia de noticias oficial omaní, ONA, las autoridades del sultanato hicieron público su "sincero agradecimiento y aprecio por el líder supremo de la República Islámica de Irán, ayatolá Alí Jamenei, y al Gobierno por su respuesta humanitaria".

La liberación de los estadounidenses "refleja las profundas relaciones entre Omán e Irán".

El sultanato manifestó su deseo de que "este gesto humanitario sea seguido por otras iniciativas positivas que contribuyan a acercar a la parte iraní y estadounidense en servicio de sus intereses y para conseguir la estabilidad en la región".

Los ciudadanos estadounidenses, condenados a ocho años de cárcel por espionaje y entrada ilegal en Irán, salieron ayer de la República Islámica tras ser liberados bajo una fianza de 415.000 dólares.

Bauer y Fattal fueron arrestados el 31 de julio de 2009 junto a su compañera Sarah Shourd cuando al parecer hacían senderismo en una zona del Kurdistán, donde la frontera entre Irán e Irak es todavía objeto de disputas.

Los tres excursionistas, que siempre han insistido en su inocencia, aseguraron que se perdieron y que en ningún momento tenían intención de entrar en territorio iraní, adonde llegaron porque les llamó una patrulla persa que vigilaba la región.

De la misma forma que su compañeros, Shourd fue liberada bajo una fianza de 500.000 dólares el pasado año, también en los días previos al viaje del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a Nueva York (EEUU) para asistir a la Asamblea General de la ONU, y en medio de una agria polémica entre el Ejecutivo y el Poder Judicial.

El propio mandatario anunció la semana pasada la puesta en libertad de Fattal y Bauer, también poco antes de partir hacia Estados Unidos y en el mismo contexto de pulso por el poder en el país.

Al igual que en el caso de Shourd, Ahmadineyad alegó "razones humanitarias" para justificar una decisión que ha creado polémica en el círculo del poder iraní.

El proceso se enmarca, asimismo, en las hostiles relaciones que mantienen Irán y Estados Unidos, países que rompieron sus lazos diplomáticos tras el triunfo en 1979 de la revolución que expulsó al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví, e instauró la actual República Islámica.

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