Este artículo se publicó hace 15 años.
Estatinas abren brecha social en niveles de colesterol en EEUU
Por Amy Norton
Las estatinas, que tanefectivamente reducen los niveles de colesterol, estaríancreando una división social en lo que respecta a este problemade salud.
Con datos de una encuesta gubernamental realizada entre1976 y el 2004, un equipo de investigadores halló que tras lallegada de las estatinas, los estadounidenses de poderadquisitivo alto registraron una reducción significativa de susniveles promedio de colesterol: el doble que las personas debajos ingresos.
Los resultados, indicaron los autores, son un giro en larelación entre el ingreso y el colesterol. A fines de los 70,los estadounidenses de altos ingresos tenían, en general, elcolesterol alto, mientras que ahora son los más pobres los queconcentran los niveles más elevados.
"Antes, las personas más ricas tenían el colesterol másalto porque podían pagar una dieta más rica en grasas, con máscarnes rojas, manteca y huevos", dijo la autora principal,doctora Virginia W. Chang, de la University of Pennsylvania, enFiladelfia.
Pero también tuvieron acceso a las estatinas cuandoaparecieron a fines de la década de 1980.
Chang y su colega Diane S. Lauderdale hallaron que cuantomás alto era el ingreso en 1988 o después, más probabilidadesse tenían de iniciar un tratamiento con estatinas.
Los estadounidenses más ricos eran, por ejemplo, un 70 porciento más propensos a usar una de esas medicinas que el grupomás pobre.
Al mismo tiempo, bajaron los niveles totales de colesterolen la población general, aunque el descenso fue mayor en lapoblación con ingresos más altos.
Los resultados no prueban que el consumo de estatinasgeneró ese cambio, indicó Chang. "Pero respaldan la idea de quelas estatinas son parcialmente responsables", dijo.
Los resultados, publicados Journal of Health and SocialBehavior, surgen de tres etapas de una encuesta nacional sobresalud, realizadas en 1976-1980, 1988-1994 y 1999-2004.
Entre la primera y la última etapa, la prevalencia delcolesterol alto en las mujeres cayó del 28 al 17 por ciento,mientras que en los hombres bajó del 25 al 17 por ciento.
Mientras que, a fines de la década de 1970, el colesteroltendía a disminuir como el ingreso, en la última encuesta seregistró lo opuesto.
Las estatinas, señaló Chang, ayudaron a las personas contodos los niveles de ingresos. "El colesterol disminuyó en todala población. Pero en el camino, profundizamos las diferenciaseconómicas", añadió.
Es probable, según la autora, que el precio sea un factorclave, ya que las estatinas suelen ser más costosas que, porejemplo, los fármacos para controlar la presión.
Si ese es el caso, dijo, los patrones registrados en elestudio podrían variar a medida que aparecen más genéricos delas estatinas, lo que debería reducir los costos.
De hecho, señaló Chang, los fármacos económicos puedenbeneficiar más a los grupos de bajos ingresos que a los dealtos ingresos.
Eso es porque la otra forma de reducir el colesterol, elcambio del estilo de vida, suele ser mucho más difícil deaplicar en los estadounidenses de bajos recursos, que nopodrían comprar más frutas y verduras frescas o encontrar eltiempo libre o el lugar para hacer ejercicio.
"Las estatinas pueden ayudar a nivelar el campo de juego",concluyó Chang.
FUENTE: Journal of Health and Social Behavior, septiembredel 2009
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