El depuesto presidente Joseph Estrada, condenado hace un mes a cadena perpetúa por corrupción, agradeció hoy a la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, el perdón que le ha concedido, e insistió en que la "historia reivindicará su inocencia".

"Agradezco a la presidenta que me haya concedido el pleno y absoluto perdón durante su mandato", dijo Estrada a través de un comunicado leído por su abogado, Edward Serapio.

El presidente, de 70 años, añadió que la "historia reivindicará no sólo esta acción ejecutiva, sino mi inocencia en cuanto a esos cargos".

Estrada señaló que una vez en libertad se convertirá en un simple ciudadano, aunque dijo que apoyará algunos de los programas políticos de Macapagal Arroyo, especialmente los dedicados a reducir la pobreza.

"Ahora debemos atender el clamor de nuestro pueblo y poner comida en sus mesas, tejados sobre sus cabezas y mejor educación y cuidados sanitarios para sus hijos", dice el texto.

El comunicado fue leído en la lujosa mansión que Estrada posee en en el municipio de Tanay, en las afueras de Metro Manila, y donde ha permanecido en arresto domiciliario desde julio de 2004.

El presidente tenía previsto abandonar hoy ese domicilio, ya como un hombre libre, aunque el Tribunal Anticorrupción indicó que su puesta en libertad puede demorarse debido algunos aspectos legales del perdón ejecutivo.

Estrada fue declarado culpable el 12 de septiembre por aceptar sobornos por parte de las redes que controlan un ilegal negocio de apuestas, apropiación de fondos procedentes de los impuestos al tabaco y cobrar comisiones al favorecer varias operaciones bursátiles.

Justificando el perdón, que fue concedido el jueves, la presidenta valoró tanto su edad, como el hecho de que ya lleva detenido más de seis años, tres en un campamento militar, y a que se ha comprometido a no volver a presentarse al cargo.

De no haber recibido el indulto, hubiera tenido que ingresar en la cárcel el próximo 7 de noviembre.